La mayor marea del año

La pasada madrugada sobre las tres se ha producido, previsiblemente, la mayor marea del año. Es desde luego la que figura en las tablas de mareas con un coeficiente de 1,17 que es el mas alto de este año. Hay que tener en cuenta que las circunstancias climáticas del momento también pueden influir en las mareas. En nuestra bahía, las borrascas, las bajas presiones y los vientos de poniente hacen subir las mareas, mientras el "tiempo bueno", los anticiclones y los vientos de levante consiguen el efecto contrario y reducen la cota de la pleamar. En algunas ocasiones las circunstanciales situaciones atmosféricas influyen de manera muy importante en la escala de mareas, provocando que mareas de no muy alto coeficiente se comporten como grandes "mareas vivas". A finales de febrero de 2010, una profunda borrasca, que se paseó desde Canarias a las costas del Norte de Francia con una gran fuerza y vientos de hasta 150 kms por hora, transformó de tal forma la marea de aquel día, que correspondía con un coeficiente de 1,15, que la cota máxima en pleamar experimentó una subida extraordinaria de metros sobre la altura esperada. Fueron tan funestas sus consecuencias para las costas de la Bretaña francesa que los diques de contención fueron sobrepasados y produjeron más de 50 muertos por inundaciones durante la noche. Dicha borrasca en su trayectoria no llegó a penetrar en nuestro territorio pues pasó rozando Portugal con dirección Norte.

Popularmente se cree que las mareas mas grandes son "las mareas de Santiago". Éstas, que son las que se producen en julio en fechas cercanas a la fiesta del día 25, tal vez deben su fama a que son las que mas se visualizan pues al ser temporada de verano son muchas las personas que en las playas disfrutan de la bajamar mas pronunciada y les llama la atención la poca playa que deja la pleamar durante la mañana o la tarde. Concretamente este año se producirán sobre las cinco de la tarde del primer día de agosto.

De todas maneras las "mareas vivas", las mas grandes, se producen cuando la luna, la tierra y el sol están alineados y coinciden con la luna en su estado de llena o nueva. En esta ocasión la gran marea se ha producido con luna llena, la marisma se iluminó en la noche dejando ver un precioso espectáculo nocturno. Cuentan los conocedores de la marisma que en esas noches de luna "se oye" al pescado que sube a la superficie y "salta para ver el espectáculo" por encima de la lámina de agua. Parece como si esas noches de luz, la luna no solo ejerce una atracción física sobre la tierra, sino que se vuelve mucho más sensible y romántica ejerciendo su poder de manera tan apasionada que llega a penetrar en los seres vivos.

En las costas del Pacifico en Ecuador existen grandes extensiones de piscinas o estanques que se dedican a la cría del langostino (ellos le llaman camarones) y en esas noches de luna llena se puede ver con claridad cómo estas especies, saltan, juegan incluso hacen figuritas en el aire. Incluso se han realizado experiencias que demuestran que reaccionan a la música, tal vez porque al tener una corta vida y crecer muy deprisa son pocas la ocasiones que tienen de bailar a la luz de la luna.

Aunque estos fenómenos mareales se producen con cierta normalidad cada año, en los últimos tiempos parece que los habitantes de la costa están más sensibles y preocupados por el movimiento de las aguas. Es seguro que muchas personas se habrán acercado hasta la Barrosa para ver la gran bajamar del año y una playa ancha y profunda desde luego constituye un espectáculo digno de retener en la memoria y en infinidad de fotografías que se habrán disparado sobre las nueve de esta mañana en nuestra preciosa playa.

La gran cantidad de información que nos ha llegado de los acontecimientos de Japón y los videos y fotografías del espeluznante tsunami sufrido tras el terremoto han ayudado a adquirir una nueva sensación de inquietud. Es bueno, no obstante, recordar que Cádiz tiene mas de 3.000 años de una historia que cuenta entre sus acontecimientos sufridos el tsunami producido por el terremoto de Lisboa en la mañana del 1 de noviembre de 1755.