USTED se preguntará seguramente por qué unos políticos que se proclaman como los que tienen las soluciones para todo, y se dicen merecedores de nuestro voto porque ellos conocen el secreto para resolver nuestros problemas, en cuanto llegan al poder se muestran como auténticos ignorantes que necesitan un ejército de asesores. Yo también, la verdad. Soy tan mayor como para recordar ciertos cortes zarzueleros en la televisión en los que aparecía la figura del 'cesante', el funcionario de confianza que salía de su puesto en cuanto cambiaba el gobierno de la administración que fuera y colocaba a sus afines, que a los pocos años serían los 'cesantes' de turno. Una figura con siglos de antigüedad en esta España que parece no cambiar ni querer aprender, una cohorte de personajes esperando a que venzan los suyos para encontrar acomodo mientras usted y yo nos preguntamos una y otra vez por qué.