El Pinsapar

Enrique Montiel

Soy de don Braulio

No hace mucho hablaba de Ro, que creía que un "Braulio" era un cajero de Unicaja. Juro que es verdad. Y que la "culpa" la tenía su madre, que le decía que la acompañara a "Braulio" a ver si le daba algo. El Braulio de verdad, o sea, don Braulio Medel, se las ha tenido tiesas a los que le dijeron que se hiciera con la Caja de Castilla-La Mancha. A los andaluces nos ha echado un cable grande. Porque vaya regalo envenenado que le ofrecieron sí o sí. Y como lo ha hecho, en silencio que nadie me veía, haciéndose acompañar, de invisible, del consejero Griñán y haciendo solidarios de la decisión a quienes, en principio, se lo habían solicitado. Más que presidente de una Caja de Ahorros, tan mediatizada siempre por el poder político autonómico y municipal, Braulio Medel se ha comportado como el presidente de un Banco que luego tiene que dar la cara a los accionistas y explicar, en caso de que hubiera ocurrido la fatalidad, que le vendieron una burra ciega. Con la ayuda del Banco de España y la sonrisa de quienes, Houston, tenemos un problema.

He oído decir que quienes han llevado a la Caja de Castilla-La Mancha a esto van a tener el castigo de salir por la puerta, ignoro si con indemnización o no. Y que la culpa la tiene el ladrillo, que siempre hay que buscar un culpable para justificar un desafuero. Mirar por los clientes de la Caja, por sus intereses, por el buen empleo de los recursos en la mejora de las condiciones de vida de las gentes de Castilla-La Mancha eso no, eso para nada, Hernández Moltó. Se trataba de este agujero que creyeron que don Braulio iba a tapar, con los recursos de los andaluces, mirando para otro sitio. La expansión siempre goza de prestigio en el mundo de las finanzas. Pero aquí había truco, trampa y cartón. Del dos. Y don Braulio, como se debe, se plantó en algún momento del chalaneo y la ayuda que Barreda le pidió a Chaves. Griñán y Medel, ya he dicho, han parado esto. Los beneficios de Unicaja van a quedarse en tapar los boquetes (algunos) de la crisis en Andalucía, no se van a dar así como así a los gestores que han hecho ese pan como unas tortas por las rutas de Don Quijote.

En paracaídas han llegado tres gestores del Banco de España a la Caja de Hernández Moltó. Uf, qué vergüenza. El trabajo bien hecho estaría no en sacarle los colores al caballero que le dijo aquello a Mariano Rubio, sino las pruebas de lo mal que lo ha hecho. Y lo que se derive de ello. Es que, aquí también, los paganos vamos a ser todos. Manchegos, andaluces. Españoles. Todos, ya decía.

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