LÍNEA DE FONDO

Pedro / Ingelmo / Pingelmo@grupojoly.com

El campeón sin Dios

En enero de 1960 murió de malaria uno de los ciclistas más grandes de todos los tiempos, el campeonísimo Fausto Coppi

21 curvas de herradura a lo largo de 13 kilómetros. Es la montaña más bonita del mundo, es el Alpe D´Huez. En julio de 1952 aquella serpiente de grava que conducía a una estación de esquí sin nieve parecería la luna. La primera ascensión del Tour a la montaña más bonita del mundo merecía un campeón de leyenda y el Tour lo tuvo. El primero en cruzar la meta fue Fausto Coppi. Deténgase el planeta. Nadie ha sido más grande. Cumplimos el 50 aniversario de su muerte, 50 años de una extraña muerte. Coppi murió de malaria tras un viaje a lo que entonces se conocía como Alto Volta. Hay quien dice que fue envenenado, aunque parece más creíble pensar que los médicos confundieron una gripe con la malaria y le aplicaron cortisona. El 2 de enero de 1960 Coppi dobló el gorro dejando una de las biografías ciclistas más apasionantes en un deporte de biografías apasionantes. Porque lo grande de Coppi no está en su manera de correr, que era como se corría en aquellos tiempos de no estrategias. Lo grande de Coppi está en esa rivalidad salvaje con Bartali, un santurrón que coleccionaba escapularios. Bartali y Coppi, los dos grandes ciclistas italianos de la posguerra, representaban las dos Italias, la ultracatólica y la ultrasindios. Y Coppi lo dijo: no creo en Dios. A continuación, en una ascensión, le cedió su bidón de agua a su gran enemigo, a Bartali, y Bartali, perplejo, lo aceptó y ya siempre defendería al impío. Vaya escándalo. Pero no fue menor que cuando empezó su gran historia de amor con una mujer casada y el Vaticano dijo hasta aquí hemos llegado, señor Coppi. Pese al Vaticano, Italia amaba a Coppi, un chico de pueblo arrancado del ciclismo en 1943 para combatir en África al lado de los fascistas a los que odiaba. Volvió a África 27 años después para ser devorado por los parásitos del paludismo, para morir del 'mal aire'. En las fotos se ve un hombre valiente que no lleva a nadie detrás. Y así subiría por primera vez las 21 curvas de la montaña más bonita del mundo para coronarse como el campeón sin Dios, el campeón enamorado.

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