Una broma de alemanes

¿Cuántos volúmenes necesitaría un sesudo alemán para describir la clase media española?

Rrecuerdo de hace muchos años una broma de alemanes, la lectura de la Introducción al estudio del pronombre español, dos tomos. Se trataba, lógicamente, de un apócrifo. Era poco menos que la tundra algo que se llamaba introducción y se había editado en dos volúmenes de 500 páginas cada uno. Y, todavía más, del pronombre español. No diré que el pronombre español no se lo merezca, la Filología me lo perdone, pero se trataba de una demasía evidente para definir el carácter exhaustivo de los alemanes. Porque, ¿cuántos volúmenes necesitaría un sesudo alemán para describir la clase media española? No logro imaginarlo. Como tampoco logro entender a Pedro Sánchez y sus corifeas con cartera ministerial cuando hablan de la clase media y trabajadora (sic). Porque no me queda claro si la clase media y trabajadora sean dos clases, la media y la trabajadora o, por el contrario, se le reconozca a la media su gen incansable, trabajador al máximo que ha logrado la evolución económica y social de España durante el largo período franquista. Es que llamar 'trabajadora' a otra clase significaría desproveer de esta nota distintiva a todas, salvo que con trabajadora se pretenda describir a la clase obrera, como se llamaba antes de que se le llamaran 'productores' y luego, ahora, 'trabajadores' a ese segmento clasificado en 'clases' por el marxismo. Fíjate las palabras que llevo escritas y todavía no he introducido el euro en la clasificación. Ni los libros leídos con aprovechamiento, las propiedades inmobiliarias y mobiliarias, y demás integrantes del retrato robot de esa clasificación a la que se pretende extraer el mayor número de euros posibles, porque para Hacienda da lo mismo Montoro que Montero, lo suyo es extraer y extraer. Ahora, como los versos sueltos han dicho que suprimen o rebajan los impuestos (que les tocan) se ha producido un terremoto en la ideología. Digo que no me queda claro si subir o bajar impuestos es de izquierdas o de derechas, lo que digo es que a una economía como la nuestra, tiroteada desde todas las esquinas, lo que le faltaba era que encima le suban los impuestos o los dejen como están, y no los bajen para paliar el descalabro que se tiene. Es en el momento en que parece Pedro Sánchez hablando de la clase media y trabajadora (sic) como haciendo el chiste alemán del pronombre. Aquí, finalmente, se da lo de siempre: están los que tienen y los que no tienen. Con la gradación consiguiente. Los que tienen/no tienen no son todos iguales, se tiene o no se tiene de aquí para allá, ¿no? ¿Entonces? Esto no es ni una introducción, lástima.

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