Virtuosos del acordeón

NI María Jesús (la del 'Baile de los Pajaritos'), Miliki y Chanquete juntos, a pesar de su experiencia, podrían tocar mejor el acordeón que muchos de los políticos que nos gobiernan. Llevamos meses y meses desayunándonos anuncios que luego acaban en nada, con lo que nos podíamos haber ahorrado la indigestión.

¿En qué quedamos? ¿Que los ayuntamientos pueden endeudarse o que no? ¿Y cuánto? ¿Y cuándo? ¿Y las autonomías? ¿Todas? A la ministra Salgado no le salen las cuentas un día pero a la mañana siguiente sí, algo parecido a lo que le sucedió en su última etapa al ya ex ministro Solbes.

La chistera gubernamental no pone límites a la sorpresa y así no hay quien se pueda organizar, sea un ayuntamiento o un simple hogar. Este mareo de la perdiz en cuestiones básicas no puede ser casual. No es posible tanto desaguisado, me niego a creerlo. Alguien tiene que haber maquinado esta estrategia propia de tiempos difíciles. Un virtuoso del acordeón que un día nos dice que para la obra del puente sobre la Bahía de Cádiz y al cabo del tiempo, cuando todo parece perdido, aparece con la solución y reanuda la obra sin que tengamos constancia de que al Ministerio de Fomento le hayan tocado los cupones. Esto me recuerda a aquel explorador que corría por la selva cargado con una pesada piedra, enorme piedra, que al ser preguntado por tan extraña carga, respondió aquello de "es que así, cuando me persiga un león, la suelto y corro más". O aquella historia -esta sí que es verídica- que me confesó en una ocasión un concejal (ya ex), que consistía en anunciar una subida de impuestos municipales del siete por ciento para luego, después de un largo debate, dejarla en un cuatro por ciento que sabía a gloria a los contribuyentes a pesar de que el IPC no sobrepasaba el tres.

Ha pasado lo mismo con la obra de la autovía entre El Puerto y Rota, en la A-491, incluida en su día entre las que se paraban en Andalucía (el dato lo dio la propia Junta) y hoy 'milagrosamente' salvada como por arte de magia, porque a la Junta que sepamos no le ha tocado la Primitiva. Total, que entre globos sondas, péndulos y acordeones nos movemos estos días y a veces se pregunta uno por la razón de tanto susto, tanta subida y bajada de la montaña rusa. ¿Y no será que todo esto es para que valoremos más a nuestros políticos y nos fijemos más en ellos de vez en cuando? Respondería afirmativamente si no fuera porque me temo que la bajada del sueldo de los funcionarios no cuenta en la teoría del acordeón y ahí se ha quedado, en una triste canción.