Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Anatomía de un bostezo
ES curioso, mi querido lector, que hasta los acontecimientos que calan en el alma y en la forma de actuar de nuestras vidas, también el lenguaje queda afectado por ello. Hoy, por ejemplo, que es un decir, pues tanto nos está durando, debido a esta crisis, a la penuria en tantos, por esa escasez que no se acaba, el desastre que no tiene arreglo, el no tener la mayoría ni un duro, están afectando a nuestro vocabulario cotidiano. A veces, no son términos nuevos, ni mucho menos, sino palabras que siempre han sido utilizadas, pero en momentos muy concretos por un motivo u otro, se oyen y se emplean mucho más. E, incluso, suele ocurrir que, aún permaneciendo su forma fonética, sí es posible, sin embargo, que cambie o varíe su semántica o significado. Siempre me acordaré del término "hortera", que se puso muy de moda y de pronto, hará unos veinte años, y que se utilizaba con frecuencia bajo el concepto de algo o alguien de mal gusto y chocante o extravagante, cuando en realidad su significado originario era otro, muy utilizado en el lenguaje madrileño para indicar a aquel joven aprendiz en ciertas tiendas de comestible; algo parecido al actual "mancebo" en las boticas y que hoy más se emplea su eufemismo "auxiliar".
Pues bien, mi agradecido lector, aquí en La Isla como en Chiclana o en el resto de esta España que todavía no ha dejado de ser zapatera o más ignorante aún, donde hasta he oído que por qué no se ha votado al nuevo rey, es el gerundio del verbo "tirar" lo que está muy de moda. Es este verbo el más utilizado cuando te encuentras con alguien y le preguntas que cómo está. Término que ha puesto muy actualizado la puta crisis que todavía nos invade y acochambra. Al parecer de origen argentino con el significado de que uno va luchando en la vida, sorteando problemas que a veces no tienen solución y que no te queda más que afrontarlos o, como también se dice, "apechugarlos"(ponerle el pecho) para no decaer ni aflojar.
Sin embargo, si mi curioso lector le echa un vistazo a nuestro diccionario, podrá comprobar que en una de las acepciones del verbo "estirar", se nos dice que es "gastar dinero con parsimonia para atender al mayor número posible de necesidades", significado que para este opinador es muchísimo más adecuado y oportuno que el del verbo "tirar", para lo que verdaderamente queremos decir cuando se nos pregunta que cómo andamos. Así pues, mejor sería ir "estirando" lo poco que tenemos que ir "tirando" con el riesgo de quedarnos sin "ná".
Este mundo del lenguaje es tan misterioso como fascinante, tan bello como seductor. Pero, cada vez más empobrecido y disparatado. Aquí todos vamos "tirando" con coleta o sin coleta, podamos o pudiendo, excepto mi querido amigo y maestro Perete que, cuando le preguntas su estado, siempre dice que está "regulá". En fin.
También te puede interesar
Lo último