El centenario de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz

LA Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras de Cádiz ha iniciado con gran brillantez la conmemoración del centenario de su constitución como Academia Hispano Americana, ya que anteriormente carecía de esta vertiente americanista. Para celebrar tan importante efemérides fue invitado el excelentísimo señor don Miguel León Portilla, catedrático emérito de la Universidad Autónoma de México y académico correspondiente, que disertó sobre el tema Cádiz, escenario del primer encuentro hispanoamericano, en un acto celebrado en el Salón Regio de la Diputación Provincial.

La Solemne Sesión de constitución pública de la Real Academia tuvo lugar el 3 de enero de 1910 en el Salón Regio del Palacio Provincial con la asistencia del ministro de Estado, en representación del Rey, y a ella asistieron todos los representantes de los países hispanoamericanos acreditados en España. Dos meses antes, el día 8 de noviembre de 1909, había quedado constituida jurídicamente, siendo nombrado primer director don Cayetano del Toro Quartiellers.

En la fundación de la Academia tiene un papel principal don Eduardo de Ory Sevilla, quien llega a Cádiz ese año de 1910 procedente de Zaragoza, donde había desarrollado una brillante labor como representante consular de Colombia. Aquí, junto con sus amigos Agustín García Gutiérrez, Carlos Meany y P. Liaño de la Iglesia recompone la desaparecida Real Academia de Ciencias y Letras.

La vocación americanista de Eduardo de Ory ya se había manifestado con anterioridad en el ámbito de las letras y en sus tareas diplomáticas. Ese mismo año funda en Cádiz, la revista Diana, que supone un paso más en el acercamiento cultural entre España y los demás países hispanoamericanos.

El hermanamiento de estos dos ámbitos geográficos culturales se verá nuevamente reflejado en el título de otra revista que ve la luz en julio de 1913 España y América, dedicando una atención especial al suplemento literario que desde diciembre de 1926 aparece con el nombre de Literatura Hispano-Americana. Asimismo, es interesante la labor editorial que lleva a cabo la mencionada revista. Bajo el sello "Ory" se edita buena parte de su obra poética y ensayística.

Las antologías poéticas forman parte esencial del fervor americanista de Eduardo de Ory y de su tarea divulgativa. De los seis trabajos antológicos emprendidos por el escritor, cuatro de ellos se circunscriben al ámbito hispanoamericano, los dedicados a Colombia, Argentina, Costa Rica y México, uno a la moderna poesía española y otro a la literatura universal.

Quiero mencionar en este año conmemorativo de la Real Academia Hispano Americana a otra persona igual de relevante dentro de ella como es don José María Pemán y Pemartín. Académico precoz, ingresó con veintitrés años, con cuarenta y dos será nombrado director, cargo que desempeñará hasta la fecha de su fallecimiento en 1981.

Al igual que Eduardo de Ory desarrollará una intensa actividad volcada hacia América. En tres ocasiones se desplazará a Iberoamérica para visitar las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Santiago de Chile, Valparaíso, Lima y otras, pronunciando conferencias, asistiendo a estrenos o recibiendo honores. En 1948 es elegido miembro de la Academia Peruana de la Lengua, en el 1961 de la de Ciencias y Artes de Puerto Rico y en el 1968 es nombrado miembro honorario de la Academia de Artes y Letras de París.

Me refería al comienzo de este artículo que la persona invitada para dar inicio a estas celebraciones ha sido un catedrático mejicano, cuya conferencia ha girado en torno al tema Cádiz, escenario del primer encuentro Hispanoamericano. Los lazos de amistad de Cádiz con México son muy tempranos y vemos que esa relación será continua a lo largo de los siglos.

Podemos mencionar, ya que en este año se celebra el bicentenario de las Cortes de 1810 y en el 2012 se celebrará el bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812, que de los 64 diputados hispanoamericanos y tres filipinos que conformaron la representación ultramarina, veintiuno eran mejicanos, siendo el grupo parlamentario más numeroso. Asimismo, es importante poner de manifiesto el papel destacado que tuvo el diputado por Zacatecas don José Miguel Gordoa y Barrios, elegido vicepresidente de las Cortes el 24 de agosto de 1812 y presidente un año después, teniendo el honor de clausurarlas en septiembre de 1913 con un memorable discurso.

Por otro lado refiriéndonos a la proyección americanista de la Academia, la sesión mejicana de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz se constituyó el 14 de febrero de 1922 y volvió a inaugurarse una segunda época el 15 de octubre de 1974. Dicha sesión solemne estuvo presidida por el director de la Academia don José María Pemán y por el presidente de la sesión mejicana don Teodoro Amerlinck y Zirión. Éste, en las palabras finales de su discurso decía:

"De acuerdo con nuestros estatutos, debemos tener una Sesión Solemne para conmemorar cada aniversario del descubrimiento de América. ¡Qué bella disposición!

Cualquier recuerdo que de la epopeya del descubrimiento de América se haga, debe tener presente que Colón pertenecía a esa categoría de hombres que son los que más han influido en el acontecer de la historia: la de los místicos prácticos. Su misticismo lo llevaba a ver en la obra de acercar tierras y hombres lejanos, la formación de una humanidad más solidaria, que mejor se asemejase al ideal del Reino de Dios.

No se puede comprender la epopeya del descubrimiento y población de América si se prescinde del elemento espiritual que, a veces esplendoroso, otras, diríase que mate u opacado, estuvo sin embargo, siempre presente en las gestas de la conquista.

La sesión mejicana de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras, se lanza hoy, nuevamente, a bogar por el piélago inmenso en el que los destinos de los individuos y de las patrias se cumplen; con un rumbo y un propósito perfectamente claros: el de contribuir a unir a españoles e hispanoamericanos en la común tarea de ayudar y mejorar a la Humanidad toda".

Ambos representantes mejicanos, uno en 1974 y otro en el 2010, coinciden en sus discursos al destacar la importancia de la gesta del descubrimiento y señalar a Cádiz como escenario del primer encuentro hispanoamericano.