Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Penoso Día de la Mujer, aunque sería más apropiado decir que es penoso todo lo que ocurre con y en este Gobierno, porque el Gobierno es penoso en sí mismo. Independientemente de las muchas iniciativas y leyes que ha promulgado, que han provocado una crisis social, económica e institucional sin precedentes, en lo concerniente a las cuestiones relacionadas con la defensa de la mujer el paso atrás ha sido tan significativo, que ha provocado una brecha en el Gobierno que supera las brechas sucesivas que se han producido desde el mismo día que se sentaron en la mesa del Consejo de Ministros cinco representantes de Podemos.

El 8 de marzo llega precedido de una tour de force entre el presidente del Gobierno y su ministra más cuestionada, Irene Montero, que ha encontrado su razón de ser en ganar batallas a Pedro Sánchez y, al mismo tiempo, destrozar el movimiento feminista real; el que ha luchado por la igualdad en circunstancias muy adversas y hoy se encuentra incómodamente desplazado por una ministra que legisla sin ton ni son, no admite errores, se rodea de un equipo de radicales que da prioridad a minorías y desprecia a las mayorías, y ha dejado en situación de absoluta indefensión a las víctimas, mujeres y niños, frente a sus violadores. Radicales que arremeten contra jueces, profesionales de la medicina y la psicología, y periodistas que osan poner en cuestión sus iniciativas políticas.

Pedro Sánchez, en este 8-M que simboliza la lucha de las mujeres por la igualdad, ha antepuesto su compromiso con Podemos frente al compromiso con las mujeres de su partido que han arriesgado mucho para promover la igualdad. Y que asisten, desoladas, al espectáculo que desde su toma de posesión protagonizan Montero, Belarra y su grupo de colaboradoras, de conocido curriculum de intransigencia que consideraban adversarias a las feministas rigurosas que les pedían moderación. Que es exactamente lo que ha ocurrido bajo la mirada perdida de Pedro Sánchez ante las exigencias disparatadas de Podemos. El presidente del Gobierno se ha cargado al PSOE, a la mayoría de sus cabezas más completas para dar alas a nombres con biografías irrelevantes. Y se ha cargado al feminismo socialista.

Este 8-M se escenificará que una ministra ha doblado el brazo al presidente y hecho añicos su imagen de hombre comprometido con la lucha por los derechos de la mujer. Hoy el feminismo en España ha quedado desdibujado. Desprotegido por las iniciativas de Montero que ni siquiera favorece a los transexuales. Gran éxito el 8-M de Pedro Sánchez…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios