La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez aguanta más que el teletexto
Corrían finales de los 80; oh, qué marcha tenía El Puerto. La ciudad era el centro turístico-ocioso de la Bahía y hasta Julito Iglesias hacia bolos por aquí de vez en cuando. Una Belle Epoque rebosante de listos empresarios -mayormente sevillanos y madrileños- y de macrodiscotecas que apostaron por la noche portuense como fuente de riqueza. Lastimosamente, la sociedad del bienestar empezó a flaquear y el "fiestuki" pareció trasladarse a otros puntos de la provincia o simplemente entró en decadencia. Albores de la cultura del botellón.
Los años pasaron y la gente se preguntaba qué utilidad darle a todos esas antiguas discotecas palaciegas: ¿residencias veraniegas de la realeza o esperamos un nuevo Trapote que levante de nuevo esto? Hasta que tuvo que llegar, otra vez, el avispado de turno con visión de negocio a la ciudad para aclarar que uso asignarles: una reformita con permiso del Ayuntamiento, unas cuantas camas, y unas cuantas señoritas. Éxito garantizado.
Surge entonces el macro prostíbulo OH! Palace, club situado no lejos del centro, buen aspecto exterior y entrada lujosa. "Mi barrio es un sitio tranquilo para vivir, todo al alcance y hasta piscina tengo pero como nos metan eso aquí"... exclamaban los vecinos de la zona, una situación para nada equiparable a tener un mercadona en la acera de enfrente; el mercadona de la carne, obviamente.
La idea de las casas de damas públicas no es que fuera nueva, pero, oh, dios mío, el lupanar además de violar la dignidad de la mujer violó también algunas leyes de ordenación urbana durante los tiempos del despelote urbanístico nandista, fue escenario de tiroteos y agresiones para terminar, recientemente, siendo imputado de explotación sexual, delito contra la Hacienda Pública, blanqueo y pertenencia a organización criminal. Es aquí donde uno se pregunta en que situación quedan todas esas mujeres y en cual todos esos proxenetas metidos a empresarios, prevaricadores, ediles y jefes de Licencias de Urbanismo, y demás políticos puteros.
Dijo una vez el Nazareno -que en breve volverá a ser crucificado- en una de sus parábolas: "En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios". (Mateo 21:28)
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