NOSTALGIA DE VIDEOCLUB

Mi cinefilia y mi cinefagia se forjaron en buena parte gracias a los videoclubes, ya casi desaparecidos. Junto a mi barrio, Guillén Moreno, se abrió uno de los primeros, el J.J., donde trabajaban los amigos Ismael y José Tinoco, que alquilaban cintas Beta y VHS ("rebobinar antes de devolver") apetecibles incluso cuando eran infumables. A muchos de los jóvenes de los 80, los "direct to video" (aunque entonces no sabíamos que así se denominaban las películas que no pasaban por los cines) nos atraían sobremanera por lo pintoresco de sus afiches. El videoclub Toti, que se encontraba casi a espaldas del J.J, en la avenida de Guadalquivir, almacenaba rarezas de terror, ciencia-ficción y acción de las series más descacharrantes: la B y sobre todo la Z. Si bien es cierto que yo hoy no soportaría muchas de aquellas películas, entonces me resultaban de lo más entretenidas, aunque solo fuera por el pasatiempo de encontrar los fallos de "raccord" o por el descojone de los pésimos efectos especiales y de los ridículos diálogos (al menos en español, ya que las cintas no permitían elegir idiomas como más tarde sí haría el DVD). Los videoclubes nos ofrecieron la oportunidad de ver clásicos del "trash" como las sagas de El guerrero americano, El exterminador, El vengador tóxico, muchos títulos de Chuck Norris y decenas de películas que no se estrenaban en los cines de Cádiz. Por supuesto, no solo alimentábamos nuestros ojos con subproductos, que también aprovechábamos para ver (o revisionar) los últimos taquillazos, aunque no soportáramos la larga espera desde la salida de cartelera del "blockbuster" de turno a su llegada al videoclub. Los tiempos cambian, está claro, pero me produce cierta tristeza ver el local del desaparecido J.J., pasar por delante del que albergara el Toti, no encontrar ya casi videoclubes en Cádiz (y ojalá duren mucho los que hay). A este pesar se suma que no existe ya ni uno solo de los cines de mi infancia: Avenida, Imperial, Gaditano, Brunete, Caleta, Multicines Cádiz, Multicines Nuevo, Andalucía, Municipal… No entiendo por qué no se han protegido algunas salas (cosa que no solo ocurre en Cádiz) para transformarlas adecuadamente. Ahora ya es tarde. El error se ha cometido. Y esto sí que no se puede rebobinar