La Muy Humilde Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia de Ntro. Sr. Jesucristo, de Cádiz, necesita ahora de la caridad de los gaditanos, para lo que en el pasado mes de abril puso en marcha una campaña de captación de fondos, amparada en la Ley del Mecenazgo. Esta Hermandad existe en muchos lugares de Andalucía, como son las capitales de Sevilla, Córdoba y Almería o en pueblos como Marchena, Priego, Pozo Blanco, Sanlúcar de Barrameda y la vecina San Fernando, pese a que muchos andaluces son supersticiosos con el tema de la muerte, que para evitarla, piensan que lo mejor es ni mencionarla, porque la Hermandad, en su ejercicio de caridad tiene como objetivo acompañar a los enfermos, darles auxilio espiritual y enterrar sus restos, en austeros féretros forrados de tela azul, que es el color de la caridad.

La Hermandad de Cádiz data, por lo menos de 1614, en que el Obispo Armengual aprueba sus normas, aunque sus orígenes sean más antiguos y algunos lo atribuyen al siglo XIII, cuando se produce la expulsión de los moros por Alfonso X el Sabio y así lo cuenta Fray Gerónimo de la Concepción, que no veía más que por los ojos de Cádiz, ya que también escribió que la Virgen María era de aquí. Ángel Mozo cree que la Hermandad arranca su existencia, cuando se fundó un hospital denominado de la Misericordia, situado en la Plaza de la Corredera, unida a la casa del Cabildo y también Vila Valencia, que lo sitúa en la calle del Matadero Viejo y que no se olvida de agradecer a la familia de Martinez de Pinillos su patronazgo.

El Hospital de San Juan de Dios, en la que tiene su sede la Hermandad, en su segunda planta y el Ayuntamiento están pared con pared y desde el despacho de la alcaldía se abre un balcón, que permite observar el altar Mayor de la iglesia. Sufrió la Hermandad graves daños en el asalto anglo-holandés de 1796. La iglesia y sus dependencias son de las más artísticas de la ciudad. Hay mármoles italianos, azulejos holandeses, rocalla dorada ornamentos de culto bordados y rica orfebrería y una sala de cabildos que no tiene parangón. La Hermandad celebra actos de culto, con misas conmemorativas y actos de formación. Atendiendo el ruego de la Hermandad todo el gaditano que pueda y quiera, debe ser benefactor de esta Hermandad, visitando sus dependencias o suscribiéndose al "micromecenazgo" para que la Hermandad pueda contar con ingresos fijos, mantener su patrimonio y trasmitirlo a los gaditanos de mañana. Así, se podrá comprobar que en Cádiz hay más de una sola "Bella Escondida