Fiestas Todas las ferias en la provincia de Cádiz para este mayo de 2024

Llega septiembre y desaparecen los diminutivos. Nueva versión del clásico del Dúo Dinámico. Una cosa relajadita. Todo el verano hemos tenido que soportar el aluvión de diminutos a la vez que las bermudas (afortunadamente ha pasado la moda de los pantalones piratas) y las chanclas, por así decirlo. Durante dos meses hay que decir: playita, cervecita, veranito, calorcito, sombrillita (aunque en realidad sombrilla lleva incorporada la disminución) incluso terracita. Este último diminutivo no deja de ser chocante en una ciudad donde el espacio público ha sido asaltado por las terrazas gracias al impulso de LLORECA, Di María y el alcalde (quizás porque en la calle Trinidad o donde sea que viva no haya ninguna , porque él sea usuario de las de la plaza de Asdrúbal mientras sus niños se desahogan o porque se haya ido a Portugal, qué sabe nadie) "tanto ruido y al final no se oyó el ruido del mar". No vamos a usar el concepto terracita ya que ni el novio Martín Vila ha sido capaz de hacer aprobar una ordenanza regulatoria que los de La Zancada mandan menos que yo en Concha Espina.

Ha sido un verano más bien fresquito, con permiso del cambio climático. A diferencia del verano pasado que fue un tormento de levante hasta el punto de que inspiró al Cossi y al Gago para llevar a cabo el cuarteto "Lo que el viento se llevó". Este año , como pronosticaron las abejas, ha sido más de poniente y, por lo tanto, más fresquito. Lo siento por los vendedores de aire acondicionado y por los abanicos que expone Tony Carbonell en La Quilla. Dicen que no ha habido tantos turistas aunque se veían las calles llenas. Igual algunos de los que sufrieron el levante hace un año decidieron cambiar de aires, perdón por el juego de palabras. El caso es que todo estaba hasta los topes. Había que irse a las cuatro de la tarde a coger sitio al Malagueño o al Labra y la balaustrada de La Caleta se ponía de bote en bote desde las nueve de la noche para llevarse en el móvil un trocito de rayo verde, rayito verde quizás. Por encimo de todo ha sido el verano de Despacito, desplazado Georgie Dann . De diminutivo en diminutivo hasta el exabrupto final. Ya podemos desembarazarnos del tormento de Luis Fonsi y empezar con los gorgoritos de las comparsas. Ya se oyen en el paseo de Santa Bárbara y en la Punta San Felipe el ensayo de las bandas de cornetas y tambores. The winter is coming. Las mamás y los papás tocan las palmas. Los de Andalucía Directo ya no podrán volver a sacar a las marujas de La Caleta hasta el próximo año.

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