Aquí en el Sur estamos muy acostumbrados a que los que no son de aquí nos saquen las castañas del fuego. Siempre estamos soñando con que venga una multinacional que cree centenares de puestos de trabajo o que una industria se instale aquí, aunque el tiempo nos haya enseñado, y con Airbus vuelve a ocurrir lo mismo, que estas grandes firmas son "culo de mal asiento", como dice mi madre en su lenguaje de definiciones en dos palabras.

Sin embargo hay proyectos que nacen aquí, a los que no se les presta mucha atención y que son un óxito. Ideas puestas en marcha por gente de aquí, gente que sólo crea uno, dos o tres puestos de trabajo pero que suman y, al final, terminan siendo algo importante para la ciudad.

Este es el caso del Rincón Gastronómico del Mercado Central de Abastos de Cádiz. Nació en el año 2013 como un pequeño proyecto de la entonces gerente de la asociación de detallistas de los mercados de Cádiz (Asodemer), María Luisa Ucero. Se trataba de aprovechar los puestos vacíos de la plaza, recién remodelada, con sitios donde se pudiera tomar una tapa o comprar platos preparados tras la visita a los puestos tradicionales.

Nueve años después este rincón agrupa ya a más de una treintena de puestos que han organizado una verdadera exposición de cocinas del mundo en el recinto al que acuden todos los días cientos de personas para tomar una tapa.

El Rincón se ha convertido en una de esas fotos que los turistas se mandan unos a otros como sitio curioso que no te puedes perder si vas a Cádiz. El sitio ha logrado crecer, además, sin perder su personalidad, conservando ese toque de zoco, de sitio para compartir sin gastar mucho dinero que tanto gusta a los locales como a los foráneos.

Este tipo de mercados han fracasado en varias ciudades y, sin embargo, en Cádiz la fórmula ha triunfado logrando consolidar una plaza de abastos que iba hacia abajo. El sitio ha creado, entre todos los locales, un centenar de puestos de trabajo y, además, los alrededores de la plaza están también de lo más animado.

Evidentemente este proyecto no va a solucionar la crisis de la ciudad, pero no cabe duda de que a veces, en vez de tanto mirar para fuera para que nos saquen del boquete, sería también interesante confiar en los proyectos locales y dar mayores apoyos a los empresarios de la zona como éstos del Mercado de Abastos.