Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Bisoñez y astucia

28 de mayo 2011 - 01:00

ENTRE congreso y primarias, congreso. Tomo prestado el argumento a un colega: no sé si el PSOE necesita hacer un congreso, lo que sí sé es que España necesita que el PSOE haga un congreso, renueve sus ideas, sus propuestas, salga del desconcierto en el que anda sumido y tenga un liderazgo fuerte. Enternece ver a la ministra de Defensa nerviosa, los ojos húmedos, sobrepasada por la ansiedad en el momento solemne de renunciar a la pugna por la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Chacón demostró su bisoñez. Le venía grande el envite. No sé de dónde saca Griñán que ha sido un gesto de cariño y generosidad con su partido. La candidata favorita de Zapatero no se presenta porque no le conviene. Ni a ella, ni a su mentor.

Rajoy le ganaría fácilmente un debate a Chacón. Algo inimaginable con Rubalcaba, sencillamente porque no habrá debates entre el candidato socialista y el líder popular. Rajoy inventará cualquier excusa para evitar el trance de encerrarse con un adversario tan astuto. Otro de mis colegas tiene una teoría respecto al vicepresidente: Rubalcaba es el mejor para empatar. Entiéndase por empatar, frenar la marcha triunfal de la acorazada popular, con una honrosa derrota por un margen de diez o quince escaños en el Congreso.

Entre tanto, la idea de celebrar un congreso de refundación del PSOE está íntimamente unida a la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales en otoño. Algún miembro del Gobierno andaluz piensa que parte del castigo que la ciudadanía quiere seguir imponiendo a los socialistas se consumiría en ese trance. En una posterior consulta autonómica saldrían beneficiados de la catarsis anterior. La otra cara de la moneda, es que en una elección sin el paraguas de las generales, el PP hablaría más de eres, funcionarios y de todo lo que pueda perjudicar al gobierno saliente. Y con menos participación, las minorías ampliarían su representación en el Parlamento regional.

Otro motivo de preocupación para el PSOE andaluz es su ausencia de liderazgo. Hay uno que manda, pero no es un líder. Griñán se pronunció el miércoles a favor de primarias y en contra de un congreso que convierta al candidato a la Presidencia en secretario general del PSOE. Justo lo contrario de lo que reclamó para él cuando llegó a la Presidencia de la Junta en 2009. Pero, además, hizo ese pronunciamiento sin consultar con los secretarios provinciales de su partido. ¿Para qué? No necesita oír a nadie y lo explica: la unanimidad es lo que él diga. Lo afirma sin complejos, para irritación de quienes le auparon de la nada a la secretaría general de los socialistas andaluces. Nadie pensó que lo que se consigue sin esfuerzo, después no se valora.

Ahora habrá primarias en el PSOE y esperemos que después del verano un congreso. España lo necesita. (Mañana, continuación).

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