Flamenco Vida y obra de un artista

Félix Rodríguez

Alfonso de Gaspar, poeta y cantaor

El compositor gaditano, que falleció el 1 de julio de 1998, escribió temas para un gran número de artistas como Camarón, María Jiménez, Juan Villar, Pansequito, La Susi y Aurora Vargas, entre otros muchos

ALFONSO Fernández Moscoso, nació en Cádiz el día 5 de mayo de 1936 en la calle Merced, 19, en el barrio de Santa María. Hijo de Gaspar Fernández Espeleta quien, aunque fue un buen bailaor, no se dedicó a vivir de dicho arte; su profesión fue capataz del matadero municipal y de Josefa Moscoso Cuéllar.

Alfonso de Gaspar fue descendiente por la parte paterna de dos dinastías de las más importantes de Cádiz, de cantaores, bailaores y toreros. Por parte de los Fernández, tendríamos que remontarnos al gran cantaor y creador de sus propios estilos, en Francisco de Paula Fernández Bohiga, Curro Dulce, con una categoría parecedia a la de Enrique El Mellizo, Silverio, Antonio Chacón o Manuel Torre, nacido y fallecido en Cádiz (1823-1898).

Por la parte de Espeleta tenemos al matador de toros Fernando Francisco Espeleta Moreno, natural de Sanlúcar de Barrameda, que contrajo matrimonio en Cádiz con la gaditana Josefa Ignacia Machuca Cruz, el día 11 de febrero de 1814, y una hija de ellos llamada Rufina, casó con el cantaor anteriormente mencionado, Curro Dulce, el 10 de marzo de 1846. Otro hijo fue Francisco Espeleta Machuca, también matador de toros, que casó con Jacoba Ortega Díaz, el 7 de agosto de 1849, y ellos fueron los padres de Ignacia que casó con Enrique El Mellizo, el día 8 de febrero de 1874.

Y una hija de Curro Dulce casó con José Ortega Feria -El Águila- el 5 de junio de 1869, cantaor y torero, y ellos fueron los abuelos del gran cantaor Manolo Caracol. Sería interminable mencionar a tantas figuras de dichas familias gaditanas.

Alfonso de Gaspar desempeñó cargos en el matadero y en la lonja municipal y, posteriormente, se dedicó a la hostelería y regentó el bar El aguaor en el barrio de la Viña, y Platero y yo al final del Paseo Marítimo; a continuación, Lo de Alfonso y José, frente al hotel Playa Victoria, la Venta los Tarantos, en San Fernando y Casa Alfonso en Gallineras, también en La Isla, donde el marisco, el pescado, la berza y el rabo de toro, los servía para descubrirse.

Alfonso de Gaspar fue todo un bohemio, como cantaor dominaba varios estilos de cantes y como poeta era para estudiarlo, y no le daba importancia a la forma que tenía de componer, pues le escribió a cantaores como Juan Villar, Pansequito, La Susi, Aurora Vargas, Camarón, María Jiménez, y otros muchos que cantan sus letras y músicas, en la actualidad. En una ocasión le pregunté que cómo componía esas letras tan bonitas, diferentes a casi todos los autores y me dijo que se inspiraba en la Biblia; "¡qué bonito!"; y así se demuestra cuando cantaba al compás de bulerías -al golpe- letras como éstas:

Y dijo mi Dios / estas son las de la ley / para que el pueblo las cumpla / y cuando Moisés bajó / y vio que todo depravaba / mandó que pasaran las fatigas de la muerte / a todo aquel que se enamorara…

Yo por los libros sabía / que el demonio existía / pero que no era casao / y que tenía una hija / que vivía aquí en la tierra / y me tenía embrujao / asustao cierto día / yo me fui a Santa María / a contárselo a Jesús / con qué pena le hablaría / que cuando lo miré llorando/ le temblaba hasta la cruz…

Bella, eres bella entre las bellas / pero por dentro vacía / bella, tú eres lo mismo que un cuadro / pintado por pinceles de manos maravillosas / pero no tiene vida / bella, tú eres bella entre las bellas / pero tú eres la ruina mía…

Recuerdo que pocos días después de morir La Perla de Cádiz (septiembre de 1975), una noche fui a saludar a Alfonso y José Rebujina al bar que tenían y hablando de la muerte de esa gran cantaora, que tanto la queríamos, me dice Alfonso: Escucha esto: Y haciéndose compás con los nudillos de los dedos, sobre la tapa del mostrador empezó a cantar a palo seco:

Ya no escucharemos más / duérmete Currito mío / La Perla se ha ido al cielo / a cantárselo a Jesús / la Virgen se lo ha pedío / tú no llores / tú no sufras Curro mío / las estrellas se asombraron / al ver pasar a una Perla / morena guapa y gitana / que en el cielo había llamao / San Pedro que lo sabía / fue y las puertas le abrió / y los clarines celestiales redoblaron en su honor…

Alfonso fue capaz de hacernos llorar a algunos de los presentes. Estos cantes los tienen grabados Alfonso, Juan Villar y Camarón y le ponen el vello de punta a cualquiera que sienta un poco lo que es el cante.

En el flamenco una cosa es decir lo que se ha leído, y otra cosa es contar lo que se ha vivido; porque las vivencias son fundamentales, y cuando se tiene toda una vida llena de ellas, se puede hablar o escribir con fundamentos.

En 1996 un grupo de amigos formamos la primera Nochebuena Gitana del Barrio de Santa María, de villancicos, y las letras casi todas son de Alfonso; algo que cuando estábamos ensayando a algunos o a casi todos nos aportaba sentimientos... Había que ver las cosas que se le ocurrían a algunos componentes del grupo, cuando se nombraba a Herodes, a Pilatos a Judas … Los piropos a dichos personajes eran para tirarse al suelo. Las cosas de esas gitanas. Y Alfonso con la diabetes por las nubes, se tomaba cuatro cubatas durante el ensayo y le daba igual todo. La grabación del CD está compuesta por villancicos, pero por bulerías, tangos, soleá, alboreá… Fue algo diferente a lo clásico.

En ese mismo año, la peña flamenca Enrique El Mellizo le dedicó un ciclo-homenaje en el que participé ofreciendo una conferencia en el Palacio de la Diputación Provincial. También en el año 2009 la peña flamenca Juan Villar le dedicó su XXV Encuentro Flamenco, a su memoria. En Cádiz se le ha reconocido poco a este artista.

Alfonso de Gaspar actuó en muchas ocasiones en los teatros Andalucía y Falla, y en el de verano José María Pemán, en los festivales; y en otros dentro y fuera de Andalucía. En una ocasión actuó en Badajoz -en un festival- y tuvo la categoría de poner de pie a 3.000 espectadores, porque Alfonso era diferente. Los que tuvimos la suerte de compartir con él muchas fiestas familiares, sabemos bien la clase de artista que fue; y como persona era gran amigo de sus amigos. También grabó con la casa Hispavox y con algunas cadenas de televisión.

Alfonso falleció repentinamente en su casa de la calle Dorotea, 6 el día 1 de julio de 1998. Dejó escrito hasta para hacer obras de teatro.

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