puente de ureña

Rafael / Duarte /

Aforismos

08 de septiembre 2011 - 01:00

Estimados lectores, hoy me ha dado aforística. El alma, a veces, no corona las células y se pierde, no como los valores inexistentes en esta sociedad enferma, sino como un valor del silencio, ése que hace arte una sonata, o un aria, o un verso.

La etimología es la rama de la lingüística que debiera investigar los timos. Los timos de las palabras. De las columnas. De las ideas. A lo peor, con el principio de HHL, (homo, hominis lupus) que sorna "miente lo que quieras, pero con la sinceridad por delante".

¿Es que en estos días solo se habla de fallos y de fallas, de errores y terrores? La Isla es como un vagón que se encuentra desenganchado en el caño, y es espesa como su lodo en bajamar, extraña como sus paseos marítimos alejados. Escribir, pienso, es contar, narrar, imaginar, lo mismo que leer y por lo tanto no entiendo que le llamen escribir a husmear o gulusmear contando fallos o acrimonias, fantasmas y fantomas, de un pueblo en decadencia por la crisis, que no pueblo decadente, porque hay gente como María del Carmen Lobato, María José de Alba, Mamen Bonet, o mi amigo Moi, más populares que algunos populares que me demuestran que el alma es buena si construye y su verdad, también.

A veces la Ínsula nuestra que está por los suelos es desconcertante como esperar un autobús en el mar, como arar el horizonte, como soñar palabras. ¿Sabemos, somos conscientes de que cualquier ciudadano conoce más sinónimos de insultos, deprecaciones y descalificaciones que de palabras laudatorias para ensalzar, enaltecer, exaltar o simplemente reconocer una labor de alguien?

El amor es la capacidad de incapacitarme como egoísta. García de Loaisa mandó la nave Santa María de la Victoria en lo que se conoce como expedición Loaisa-Elcano. El amor es por supuesto también implicarse en el desarrollo de esta ciudad del sur-realista.

Miguel de Cervantes cuenta cómo los galeotes españoles mordieron a un Barbarroja hasta matarlo. ¿Sería ésa la etimología insemántica de las bocas de la Isla, de los acusadores concretos de piedra y mano que no dan tiempos ni razones?

El corazón tiene razones que el corazón comprende. Perdonad que me dé aforística. Sócrates decía que hay que buscar lo bello, el bien y todas las cosas de esa clase. Aunque también aclara que la belleza es difícil de saber. A lo mejor es la sal de mi tierra. Que a los deprecadores-depredadores les llama sosos, o sosas de Minufrá, que la Isla es aquella que tiene güichis y castillos, lenguas y bocas en el fango, nubes y soles que contar.

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