Reconozco que cierta euforia revolotea por la casa. Realmente no ha sido más que un punto; pero que sabe a turrón de Cádiz del Pópulo. Porque se trata de un puntazo ganado en casa de quien hasta hace poco le competía al Real Madrid la liga (por favor, LaLiga, no, ¿por qué esa manía que tienen ahora por juntar palabras?) y que todavía continúa en el segundo puesto de la clasificación de ésta, una competición que se va degradando lentamente, que pierde lánguida su fulgor de años atrás, pues quitando la eficacia, aunque casi nunca el buen juego, del Royal Madrí, y exceptuando al extraño Villarreal de las porcelanas y los bidés de la Champions, ha casi desaparecido de Europa muy pronto. El Aleti del Energúmeno ya no es el que era, pues éste ha perdido el timón de la nave; algo muy parecido a lo que le pasó al Almirante nacido en África y hasta hace poco al mando del Glorioso, personajes éstos que generan bastantes coincidencias. Los años desgastan, amigo mío y once años son muchas semanas. ¿Le estarán haciendo la cama a Simeone como al pequeñín barbado? Tras el cobardica 5-5-0 de Manchester es pacharlo.

Con suerte, con papa. que decíamos hace lustros los que nos educamos en el Columela, el Madrid es justísimo vencedor del campeonato, pues el otro ex grande, el Barsótida de la banderita de la minoría, pero ruidosa panda de los indepes, ha comprendido que, sin Messi, el más excelso de todos los tiempos, no hay paraíso. Ha emprendido la desconsolada travesía del desierto, cuyo final siempre se desconoce. El chiquito Lionel, con siete balones dorados, ha dejado en la cuneta a Kubala, Di Stéfano, Puskas (adorado por el ínclito Manolo Ramos), Cruyff, Maradona, los erres (Romario, Rivaldo, Ronaldo, Ronaldiño), Zidane, el tontorrón e infantil Cristiano, Luis Suárez, el bueno, el español del pelotón de oro, etc., etc.

Reconozco, sí, que cierta euforia revolotea esta mañana de mayo por los cristales de la casa. Realmente no ha sido más que un gozoso punto; pero el juego del Glorioso tras salir, como contra los de la icurriña, adormilado y con legañas, y recibir a la salida de un córner un gol glacial e imparable para el gran Ledesma, se animó y pim-pam, pim-pam, empezó a tocar el balón, lo que decía Cervera que el equipo no sabía hacer, y gradualmente fue encerrando, sobre todo hasta el golazo de Lucas, al white team de la Torre del Oro, o sea, a los palanganas. Por cierto, el fichaje de Lucas ha sido, como previmos todos los que vemos furbo desde 1955 en Mirandilla, un enorme acierto. Ha tardado cierto tiempo en adaptarse al equipo, mas ahora es el mejor delantero del Glorioso. Gran acierto de Vizcaíno. Al César… Vaya golazo al alcance solamente de unos pocos elegidos. Un zurdazo messiánico.

Ahora sólo queda ganarles al Elche (cuidado con el otro Lucas, el Boyé, y con el lateral izquierdo, que tiene una zurda de plata) y a un Real Madrid que ni pensará ya en esta liga tan poco competida, mordisquear un puntito en San Sebastián y golear en Álava. Releo La vida es sueño del grandioso Calderón de la Barca. Se nota, ¿verdad?

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