Izquierda Unida quiere recuperar el pulso de la ciudad. La formación de izquierdas ha iniciado un camino hacia la resurrección de sus siglas en clave local. No en vano, lleva cerca de una década prácticamente desaparecida del panorama político. Prácticamente, desde que se convocaron las elecciones de 2015 y el partido decidió concurrir integrado en la plataforma que se denominó Ganar Cádiz en Común. Aunque su portavoz era el titular de IU, Martín Vila, las siglas quedaron escondidas entre un cúmulo de otros pequeños partidos y colectivos que integraban esa formación política que alcanzó dos concejales (Vila y Eva Tubío) que luego se integraron en el gobierno municipal.

La situación no haría sino complicarse aún más en las siguientes elecciones, donde IU se mantenía dentro de Ganar Cádiz y Ganar Cádiz decidió unirse a los anticapitalistas y luego podemitas para convertirse en Adelante Cádiz. Es decir, como si fuera una Matrioshka rusa que había que abrir varias veces hasta encontrar las siglas.

El cambio de escenario que ha dado las últimas municipales, el pasado mayo, ha empezado a provocar movimientos en el antiguo gobierno y hoy oposición que concurrió bajo unas siglas (Adelante Izquierda Gaditana) que tendrá difícil continuidad en el tiempo. Entre otras cuestiones, por los problemas económicos que no se pueden obviar y que son más propios en la oposición que en el gobierno, lo que dificulta -por ejemplo- el mantenimiento de sedes físicas de los distintos partidos y colectivos incluidos bajo esas siglas de AIG.

Además, tras el descalabro electoral de mayo, puede parecer lógico que algunos partidos con más experiencia en el panorama político empiecen a plantearse la idoneidad de haber concurrido bajo ese paraguas de Adelante en la forma, modelo y rostros que se decidieron. Y esto es lo que puede estar pasando con Izquierda Unida, que de alguna forma quiere volver a asomar el cuello en la política gaditana.

¿Cómo está haciéndose visible IU? Pues a base de notas de prensa que empiezan a ser habituales valorando y opinando sobre diversas cuestiones. Una práctica que no deja de ser extraña, puesto que si la decisión fue presentarse dentro de ese grupo de formaciones que se ha llamado Adelante Izquierda Gaditana, el cual tiene dos asesores (uno de comunicación y un administrativo) costeados con el erario público municipal para dar voz a su labor, debe ser bajo esas siglas donde se den a conocer los pronunciamientos y pareceres de Izquierda Unida.

Es más, en el tiempo en el que Ganar Cádiz se alió con lo que Kichi denominó Por Cádiz Sí Se Puede, cuando hubo alguna tensión o desacuerdo entre los dos bloques que estaban al frente del gobierno (que hubo varias) siempre se manifestaron desde Ganar Cádiz en Común, y no como Izquierda Unida. Algo que se mantuvo en el cuatrienio 2019-2023.

Pero no está actuando así este partido, que en el último mes se ha manifestado hasta en media docena de ocasiones sobre otros tantos asuntos de actualidad en los que ha criticado al actual equipo de gobierno (la despeatonalización de Veedor, el programa bicicole, los letreros del Estadio, el Adolfo de Castro, los Servicios Sociales o el hilo musical fallido que los comerciantes colocaron en las calles para este tiempo de Navidad). E incluso en algunas ocasiones se ha atribuido este partido de izquierdas la gestión de determinadas concejalías en época de Kichi, como si IU hubiera concurrido a esos comicios de 2015 y 2019 (donde no lo hizo, integrándose en otras plataformas políticas).

Sin un rostro visible

La constante en todos los pronunciamientos viene siendo la de hablar en nombre de IU Cádiz ciudad, sin más referencias respecto al portavoz primero o líder que tenga la formación política en la capital gaditana. De hecho, la única presencia real en las comunicaciones del partido en clave local es Aída Fernández, que en una ocasión es anunciada como responsable de Educación y en otra también la sitúan al frente del área de Memoria Histórica a nivel local. Nada más se sabe del resto de personas que den vida a este partido que parece buscar su resurrección en la política municipal gaditana.

La oposición es un desierto que hay que cruzar durante cuatro años, consideran algunos. En el caso de Adelante, es también una prueba de fuego para esa mezcolanza de partidos y colectivos que buscan nuevos caminos desde los que recuperar una influencia en muchos casos perdida. Uno de estos partidos, Podemos, decidió a última hora no participar de Adelante, sin que el resultado fuera nada positivo para ninguna de las dos partes; y otro, Izquierda Unida, parece iniciar un camino en paralelo, como el ciclista que empieza a huir del pelotón para llegar en solitario a la meta. La carrera, recién iniciada, se pone interesante.