Dice Felipe González que le inquieta la "republiqueta", como llama a una futura República española. Una gracieta. Vale, es muy dueño de decir lo que quiera. Como yo.

Ignoro si durante la foto de la tortilla -del bueno de Pablo Juliá- ya halagaba a la monarquía con sus loas. Igual no, entonces se hacía llamar Isidoro.

Lo cierto es que durante mi vida me he topado con personas, ya en su madurez, que de jóvenes fueron briosos revolucionarios dispuestos a acabar con la injusticia y la desigualdad. Y hoy, tras transitar por las variopintas versiones del conservadurismo, yacen apoltronados en el más rancio y reaccionario egoísmo. Dice de ellos Saramago en su Ensayo sobre la lucidez: "Delante del espejo de su vida, escupen todos los días en la cara del que fueron el gargajo de lo que son".

Nunca sabré si Felipe ya era así cuando entonces. De ser cierto, es el rey del fingimiento y el campeón de la doblez. De lo contrario, parece que se ha dejado seducir por las alfombras rojas. Y sepulta su rojerío pasado sacudiéndose el polvo de la barriada de Bellavista, para vencer el muro del clasismo y hacerse un lugar al sol de la gente bien. Pero la gente bien es muy suya: acepta pero no olvida. Conozco a esas personas que ya son todo lo que decían combatir en su juventud. También aquí, en nuestra ciudad, es fácil reconocerlas. Su actitud sermoneadora y bocazas, "Yo ya lo dije", "Yo ya pasé por ahí", resulta cargante. Como sus alardes de independencia que tratan de justificar un impúdico trajín ideológico para seguir entregaítos al poder, dándole un lametón tras otro. Total, para reproducir viejos y churretosos vicios sociales. O simplemente para enchufar a la niña que no encuentra colocación.

No son felices, se saben símbolos vintage, tipos del Antiguo Testamento dignos de figurar en el escaparate de un taxidermista, con sus chascarrillos vie-junos y su españolidad garbancera. Pero cuando llegue la "republiqueta" -espero verlo- serán los primeros en apuntarse gozosos. "Républicains de la veille" según los revolucionarios franceses. Republicanos de la víspera. Les funcionará. Siempre les funciona.

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