Donde dije digo… El refranero al servicio de la política municipal; de la de ahora y la de antes, de los que consumen su biografía con el carné de tal o cual partido en la mano y de los que venían a cambiar ya nadie recuerda qué porque no han cambiado prácticamente nada de esa política que supuestamente detestaban. Lo que un político defienda hoy puede no tener nada que ver con lo que haga mañana. De hecho, puede ser lo opuesto. Y en el Ayuntamiento se han visto un par de episodios en los últimos días.

Este pasado fin de semana el equipo de gobierno anunciaba, casi por desliz, que Onda Cádiz va a adquirir una docena de pantallas publicitarias para colocarlas en distintos puntos de la ciudad. Toma ya. El primer caballo de batalla de Podemos, Kichi y el equipo que conquistó la Alcaldía en 2015 fue acabar con las pantallas heredadas del gobierno del PP y de Teófila Martínez; esos aparatos que entonces servían de autobombo y que ahora anuncian que sólo servirá para “mejorar la información que reciben las personas” y “dar una mayor cobertura, fundamentalmente al ciudadano de a pie”.

Cuenta el Ayuntamiento en esa información que las doce pantallas que se van a comprar nuevas se van a financiar por medio de la venta de publicidad. Justo exactamente lo mismo que anunció el PP en su día y que con la llegada de Kichi en 2015 fue utilizado como arma arrojadiza por las facturas (hasta 1,2 millones de euros, anunciaron entonces) que debía el Ayuntamiento a cuenta de esas pantallas.

Así, a la vuelta de seis años la ciudad va a pasar de apagar todas las pantallas y de colocar rótulos (“Estas pantallas ya no serán más una herramienta de propaganda municipal”, se leía entonces) a comprar una docena de nuevas pantallas porque las que había en 2015 se han quedado “inutilizables para prestar el servicio que deben dar”, como afirmaba el Ayuntamiento el domingo.

Mientras el equipo de gobierno mira ahora con otros ojos las pantallas que tan señaladas fueron a su llegada hace ahora seis años, en el lado contrario el Partido Popular también cambia posiciones y discursos con el paso del tiempo; como se ha visto recientemente a causa de la activación de la segunda fase de Matadero.

Fue hace unos días cuando buena parte de la plana mayor gaditana de los populares se autohomenajeaban en un acto para anunciar la licitación de las obras de construcción de 61 nuevas viviendas en el antiguo Matadero. Teófila Martínez, Mercedes Colombo, Ignacio Romaní o Juancho Ortiz se reunían para aplaudir la operación y sacar pecho con esta nueva promoción que lidera la Junta de Moreno Bonilla. Escena bien distinta a la que se producía en 2017, cuando esos mismos populares, entonces todos concejales del Ayuntamiento, no apoyaban la operación en el Pleno celebrado en el mes de noviembre para aprobar el estudio de detalle.

“Es cuanto menos curioso el énfasis que pusieron el otro día en su gestión de ahora y en la figura de la ex-alcaldesa, omitiendo que en la tramitación que les ha permitido sacar adelante el proyecto se abstuvieron tanto Teófila Martínez como Ignacio Romaní, Mercedes Colombo y Juancho Ortiz, con un discurso en el que nos acusaban de ser poco ambiciosos y de permitir que la Junta en lugar de ejecutar las 102 viviendas de una vez, las hiciera en dos fases”, trasladan desde el entorno del equipo de gobierno. Ellos molestos con el cambio de parecer de los populares, y a la vez cambiando de parecer respecto a las pantallas led. Los “digo” y los “Diego”. Cosas de la política.