Yo lo sospechaba, pero la Ciencia me confirma que la Semana Santa es peligrosa: el humo del incienso es cancerígeno por su alto contenido de benzopireno. Desde 2001 la OMS afirma que este hidrocarburo aromático policíclico posee una potencialidad cancerígena, mayor incluso que el humo del tabaco o el del tráfico, algo que corrobora la revista New Scientist.

En el plano simbólico, quemar incienso significa fervor y comunicación con los dioses. Se le ha llamado 'el aliento de Dios', pero con el peligro que tiene, alarma ver a esas criaturitas, vestidas de obispos tridentinos, respirando en la procesión durante horas el humo tóxico que emanan sus incensarios.

Total, que la Ciencia me reafirma que la Semana Santa es más peligrosa de lo que pensamos. Pero no sólo por el asunto de la toxicidad del incienso, ya que el Instituto del Pie alerta a los cofrades del riesgo de heridas e infecciones que sufren al procesionar descalzos. Aparte de esos fríos y humedades nocturnas capaces de provocar una pulmonía al más pintado. Que ya tenemos una edad… Por no mencionar lumbalgias, hernias y esguinces de los cargadores.

¿Y dónde dejamos los llantos, convulsiones y demás neurosis eclesiogénicas que afectan a ciertos cofrades cuando la lluvia impide la salida procesional?

En fin, el hecho de que ya exista una 'Medicina de Semana Santa' nos avisa de sus riesgos. Por contra, no se conoce a nadie que se haya lesionado leyendo un libro. No sé si me explico.

Y hablando de libros, la Semana Santa también encierra peligros para la semántica, la gramática y, en suma, el buen gusto. En esa 'sobrediosis' de quinarios, besamanos, septuagenarios y pregones se coloca una mercancía lírica empalagosa y desaforada. Eso de que "el penitente es un farol itinerante en un río de fe" o "los destellos sonoros de religiosidad, hipérboles silentes de la fe", esas rimas de "horquilla" con "mantilla", esos requiebros de fina poesía tan tortuosa como forzada, son tan cargantes… Por no olvidar el alud de metáforas, bajo las cuales resulta difícil percibir la realidad.

Mientras, la Historia pasa de largo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios