Entre el VAR y los horarios, parece como que a los que mandan en el fútbol español les molesta que nuestro Cádiz este en la élite.

Ante todas estas adversidades, tenemos que estar más unidos que nunca. Mi Cádiz no puede estar solo, tenemos que ayudarle en estos momentos complicados y qué mejor ayuda que llenar este sábado nuestro querido y añorado Carranza en el importantísimo partido con el RCD Mallorca.

Tiene que ser el sábado de las grandes ocasiones, con la Avenida llena, con los alrededores del estadio a rebosar. Y al autobús de nuestro equipo, que le cueste llegar.

Es una oportunidad inmejorable para arropar y mostrar nuestro cariño, afecto y cadismo a unos jugadores que lo necesitan, que no desean ver las gradas vacías y quieren nuestro aliento y las bufandas al viento, sin descanso, durante todo el tiempo que dure el partido.

Estoy convencido de que este sábado nuestro estadio será una fiesta del cadismo. Entre todos lo conseguiremos y estoy seguro de que éste será el primer paso, un punto de inflexión para llevar en volandas a nuestros jugadores hacia la senda de muchas más victorias.

Es una ocasión que no podemos desaprovechar. Juntos lo conseguiremos.

Por eso, viva mi Cai, vivan los cadistas, vivan sus...