Esto que voy a contar es una estupidez. Lo digo desde ya. Ayer estuve perdiendo el tiempo con el móvil saltando de una cosa a otra por mero aburrimiento. Cuando eso ocurre, las opciones “interesantes” en redes desaparecen y, a cambio, empieza a salir solo publicidad y algo así como “rarezas”.

Esto se debió combinar con una actualización del móvil que activó el navegador para que se abriera por su cuenta y ofreciera lo que parecían noticias, pero solo son publicaciones llamativas para atrapar al lector en la pantalla. Lo que leí venía avalado por ABC, pero podría haber aparecido en otro medio, ya he comprobado que todos, más allá de los asuntos “serios”, ofrecen un entorno lleno de ¿basura? El asunto es que el titular hablaba de una invasión extraterrestre y piqué. Piqué hasta el punto de acabar leyendo que un viajero del futuro (venía del año 2.700 y pico, perdonen que no recuerde el dato ni me moleste en recuperarlo) había vaticinado en Tik tok que en marzo (nombraba el día concreto, pero disculpen de nuevo la imprecisión) habría un ataque alienígena que acabaría con la vida en la tierra. Ya me imagino que si me conocen un poco no estarán entendiendo a qué viene esto, pero es que a mí de pequeña me aterrorizaban los terremotos y los extraterrestres, fruto de un entorno televisivo en el que siempre salía alguien hablando de avistamientos y posibles invasiones. Probablemente lo acabé leyendo para comprobar que el trauma estaba superado y sí, esta vez ya no se me descompuso el cuerpo como entonces ni entré en pánico, pero lo cuento porque sí se produjo una reacción curiosa: se me activó el mecanismo de alarma y me encontré pensando qué perdería yo si realmente en marzo todo se acabara. Y esto es lo que me chocó, que por primera vez la falta de futuro no me apenara exactamente por mí sino por mis hijos, que confían esperanzados en ese indefinido tiempo por venir. ¿Será esto la madurez?

Al final me quedó un regusto triste, sobre todo por el tiempo perdido con el móvil. Mi disculpa, la gripe con su fiebre y malestar. Ya estoy de salida, a ver si recupero también el porvenir. Estoy en ello. Para conseguirlo he apagado todas las pantallas, incluso la tele, claro.

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