Dos torres en Cádiz y La Coruña

Mesa revuelta

Francisco orgambides

Dos torres en Cádiz y La Coruña
Dos torres en Cádiz y La Coruña

11 de marzo 2009 - 01:00

UN elemento histórico de unión entre Cádiz y La Coruña fue nuestro fundador, Hércules aunque esto es cuestionado. Todo parte de la famosa torre del mismo nombre, tan visitada en la ciudad gallega.

El famoso faro que se admira hoy data del siglo II después del nacimiento de Cristo, aunque hay indicios de que una señal a los navegantes se iluminaba en su emplazamiento al menos siete siglos antes. Era el llamado Faro de Brigantium, más tarde llamado Torre de Hércules y reconstruido en 1791. Según la leyenda Hércules luchó en ese paraje coruñés con Gerión, a quien perseguía desde Cádiz. Hércules vence a Gerión y le corta la cabeza, que entierra donde está emplazado el faro. Sobre el lugar del presunto entierro del despojo, se construye la torre que por esa leyenda se llamaría de Hércules y por ello el escudo de La Coruña luce la torre con una calavera debajo.

Esta unión y la presencia de ese Hércules galaico puede servir para especular sobre una huella del cabotaje fenicio en la ruta marítima comercial del estaño en Britania. Mucho más constando Melkart como el Hércules fenicio de los cananeos.

Sin embargo la noticia de la presencia de Hércules en Coruña procede de Alfonso X el Sabio en su Historia General. Antes de la Edad Media no hay otra fuente sobre Hércules en La Coruña. Según el rey sabio, al cabo de tres días de lucha Hércules le cortó la cabeza a Gerión, la enterró y mandó hacer la torre que terminó su sobrino Espán colocando en su cubierta un espejo.

Hay algunos paralelismos con la historia de nuestra famosa y perdida torre gaditana, esa que estaba rematada con el ídolo o idolillo, donde refulgía el sol en su cima, aunque en nuestro caso en lugar de una canina, bajo los cimientos, se decía que se escondía un tesoro.

Al contrario de lo que ocurrió en Cádiz, a ningún celta se le ocurrió derribar la torre coruñesa como para buscar ni la calavera ni supuestos tesoros, como ocurrió en nuestra ciudad, que perdió su torre para siempre.

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