Donde hoy hay una simple pared lisa lució durante siglos una destacada portada realizada en mármol y encargada a Andreoli. Portada que se perdió cuando Santa Cruz fue sustituida por el nuevo edificio que hoy es Catedral de la ciudad y de la diócesis. No había entonces la normativa actual en materia de Patrimonio, ni eran las mismas conciencias sobre este asunto, y se decidió desmontar los elementos de esa llamativa portada para completar y decorar distintas zonas de la nueva Catedral. Eso ocurrió hace ya dos siglos; y desde hace dos décadas anda la Iglesia anhelando reparar, en parte, ese 'expolio' que sufrió la fachada de Santa Cruz.

Desde mediados de los 90 se está removiendo este asunto de la recuperación de la portada de mármol. El descubrimiento de las columnas originales en las obras que por aquel entonces se realizaban en la Casa del Obispo dio lugar a diferentes investigaciones y trabajos que finalizaron con la presentación incluso de un proyecto definido para ornamentar nuevamente la fachada de Santa Cruz que asoma a la plaza de Fray Félix. Varios han sido los intentos y las gestiones desde entonces; y ahora, coincidiendo con la llegada de un nuevo párroco a la Catedral Vieja (Rafael Fernández Aguilar) el asunto ha vuelto a ponerse sobre la mesa y a cobrar fuerza.

Y es que a lo largo del templo de El Pópulo se reparten actualmente numerosas piezas de mármol que se atribuyen a esa portada que según Fray Jerónimo de la Concepción fue levantada en 1682. Las cuatro columnas salomónicas que 'reposan' en la trasera del templo, junto al Teatro Romano, son ya archiconocidas; pero además de esto hay otra serie de piezas que forman una especie de puzzle de mármol y que hacen más viable la recuperación de ese acceso ideado en su día por Andreoli.

Estas piezas, en su mayor parte, se localizan en el pasaje del Padre Ventura (el acceso a las dependencias parroquiales situado junto a la entrada al Museo de la Catedral). Pero dentro de Santa Cruz también hay basamentos, peanas y otros restos del mármol que fue retirado en el primer cuarto del siglo XIX y que finalmente no se utilizó en la nueva Catedral.

El actual párroco se muestra decidido a recuperar esa histórica portada. Y dice contar con el firme apoyo también de la Delegación Episcopal de Patrimonio de la diócesis, que quiere también hacer realidad esta vieja aspiración con la que se entiende que el templo de estilo renacentista ganaría enormemente en su cara exterior. Una de las primeras gestiones que ya ha hecho Fernández Aguilar sobre este asunto ha sido ponerlo en conocimiento de la delegación territorial de Cultura, que mantiene aún una 'deuda' con esta iglesia desde que interviniera y la utilizara en 2007 para la exposición de Andalucía Barroca. En esas conversaciones que se han mantenido para retirar elementos que no están en uso (una pesada maquinaria en la azotea del edificio, justo encima de algunas capillas laterales; o un ascensor en la entrada a la Torre del Sagrario, entre otros asuntos) habría salido también la posibilidad de reponer la portada, un asunto peliagudo al tratarse ahora Santa Cruz de un BIC y necesitar que la comisión de Patrimonio apruebe la actuación. De hecho, técnicos de la Junta tienen previsto visitar el templo para realizar una catalogación de estas piezas y valorar su estado.

De hecho, la anterior ocasión donde se estuvo más cerca de llevar a cabo los trabajos de recuperación de la portada de mármol fue esta comisión la que dio al traste con el intento de la Iglesia. Eso ocurrió en 1999, cuando se denegó el proyecto que había realizado a tal efecto el arquitecto Juan Ignacio Fernández Pujol junto a los historiadores Juan y Lorenzo Alonso de la Sierra. Este proyecto se limitaba a recuperar el primer piso de la portada, sin intervenir en el ático puesto que se carece de información más o menos fidedigna sobre sus formas y composición, además de la falta -en principio- de piezas que permitieran su recomposición.

En cualquier caso, han pasado 17 años desde aquel último intento y Rafael Fernández cree que ha llegado la hora de retomar este proyecto y levantar, al fin, la portada que se quitó hace dos siglos de Santa Cruz. "Es que es una pena tener aquí todas estas piezas de mármol y no poder devolverles el uso que tuvieron", señala el párroco en un pasillo del Padre Ventura que es, actualmente, un puzzle de mármol.