La ilustradora Carmen Carnero visita esta tarde la Casa de la Juventud
Con poco más de treinta años, la autora malagueña ya ha colaborado en varias series de la Marvel y DC Cómic, entre ellas X-Factor, Cyclops, Justice League o Swamp Thing
Empezar a dibujar con treinta años para Marvel y DC podría ser considerado por muchos como un gran golpe de suerte: "Aunque no soy ni mucho menos la única ilustradora colaborando con ellos -matiza Carmen Carnero-. Está también Emma Ríos, por ejemplo, que incluso ha ganado un Eisner. La suerte es relativa. Lo que es seguro es que hay que currárselo".
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Málaga, Carmen comenzó su actividad como entintadora de otros ilustradores y pasó luego a realizar portadas para algunos títulos -labor que le valió varios premios- hasta, hace ya un par de años, empezar a firmar volúmenes por su cuenta. Su colaboración con las dos grandes casas del cómic norteamericano llegó a través de la representación de Spanish Inq., una de las más prestigiosas agencias españolas. Su entrada en el mercado estadounidense le ha supuesto participar en series como X-Factor; Superior Foes of Spider-Man; The Punisher; Cyclops... (Marvel) o Justice League; Justice League of America y Swamp Thing (DC Cómics).
Carmen visitará esta tarde la Casa de la Juventud de Cádiz para hablar de su trayectoria y su experiencia trabajando para el sector dentro del ciclo Tardes de Cómic, organizado por la Delegación Municipal de Juventud.
Afirma que trabajar en estas series, icónicas para cualquier aficionado, supone en su mismo concepto un reto: "Ya cuando empecé en Marvel -desarrolla- me vi tocando a personajes muy conocidos, todos y cada uno de ellos. Pero con Punisher especialmente el equipo era muy concienzudo, y fue un reto a todos los niveles. Uno de los guionistas, por ejemplo, era periodista especializado en temas militares y me decía cosas como: 'No, este arma no lleva tal mirilla, lleva esta otra que es una mirilla metálica...' Aprendí mucho, también. Después, trabajar con Cíclope me hizo especial ilusión, porque seguía la serie y me tocaba un poco la fibra". La inspiración a la hora de trabajar puede venir del mundo del arte en general - "cualquier cosa puede aportar algo"-, no sólo del mundo del cómic, aunque sí hay autores dentro del género, como Jim Lee o Tom Murphy, a los que reconoce especial débito.
Su jornada de trabajo, cuenta, comienza temprano, sentándose frente a su mesa "llena de papeles, lápices, gomas...": "Hago una pausa para comer pero hasta que no termino, a las diez o doce de la noche, no paro".
Esa bola y cadena frente a la mesa es la rutina de los dibujantes. ¿Hay que ser obsesivo para dedicarse al mundo del cómic? "Hay que tener paciencia -indica la autora-. Al fin y al cabo, lo que tienes es un trabajo: hay que cumplir con ello. Hay gente que me dice que bueno, que después de todo, trabajo desde mi casa y demás... Y es cierto que eso te da libertad para organizarte un poco con la carga de trabajo. Ocurre que los plazos que te dan suelen ser bastante apretados y si tienes que cumplir una fecha de entrega, no es raro que tengas que echar todas esas horas y más".
Aunque asegura estar más que satisfecha con todo lo que ha ido cayendo en sus manos -"y lo seguiré estando, mientras siga llegando trabajo", indica-, Carmen confiesa tener especial ganas de trabajar en Superman. Clark Kent fue (con el rostro de Christopher Reeve) la introducción y el primer recuerdo de la autora en el mundo de los superhéroes: "De pequeña, me ponía la película en bucle, incansablemente, como hacen los niños -comenta-. Fue ya de más mayor cuando empecé a leer los cómics", pero el personaje ha mantenido todo este tiempo su carácter especial.
¿Hay manera de dedicarse a ilustrar y vivir para contarlo dentro de los límites del mercado español? Carmen duda: "No sabría decir, yo trabajo para el mercado americano y no conozco desde luego casos significativos, aunque sí algunos que se dedican a la ilustración en general o a la tira cómica. Eso sí tiene más tirón -explica-. Pero en plan superhéroes y demás, tienes que nutrirte de fuera. A veces pienso que es una cuestión de percepción: allí el cómic es una cultura por sí mismo y aquí todavía cuesta un poco que tengamos ese concepto. Pero vaya, tampoco es que te hagas millonario dedicándote a esto: sí que sirve para pagar las facturas".
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