Cuando el gaditano Luis Sánchez- Polack comenzó a contar historias

El joven gaditano Luis Sánchez- Polack trabajó durante varios años para la tele, como guionista. Harto de los bandazos, de la deformación continua de las historias que presentaba y de ver desaprovechado su talento, dejó el trabajo en 2008. Fue valiente y se lanzó a escribir sus propias historias, con las que su nombre empieza a sonar en los festivales de corto españoles.

Sin ir más lejos, hace unos días se vio sorprendido junto a su equipo cuando desde las últimas filas de la ceremonia de entrega de premios del primer concurso de cortometrajes Mombasa Gin&Films, escuchó cómo su trabajo Pídemela, amor, era premiada con tres de las cuatro nominaciones. En concreto el propio Luis Sánchez-Polack se hizo con el premio al mejor director; la actriz Mariam Torres con el de mejor actriz, además de hacerse con el galardón al mejor corto, dotado con 10.000 euros, "el más cuantioso de los que se celebran en España", comenta el gaditano afincado en Madrid.

Previamente, durante el mes de junio, también fue galardonado en el concurso 48 Hours Film Festival, en el que, efectivamente, tuvieron esas horas para montar la cinta con una serie de elementos proporcionados por la organización. Caretos es el título de la película con la que se hicieron con el premio del público, al mejor director y una mención a la actriz, la misma Mariam Torres. "Hicimos compañía con cinco o seis actores, a los que conocí a través del microteatro" que también realiza en Madrid.

Junto a ellos trabajó la historia usando como escenarios un bar de Madrid, Ave Fénix, y el pantano del Burguillo en Ávila, y tomando como referencia la marca de la bebida -como condicionante de la convocatoria- . "Quería rodar la escena en que aparece la botella en Cádiz, pero se hizo imposible", comentó Sánchez Polack.

Pero no sólo dieron saltos de alegría por su posicionamiento en estos certámenes, sino por lo que implica, pues a final de septiembre se proyectaron las 25 películas -de 89- en el Cine Palafox de Madrid. Su otra cinta galardonada, Caretos, también se dejará ver en una sección paralela de cortos en el Festival de Cannes, que no es poco.

Son los primeros frutos de un trabajo que viene amasando desde hace años, cuando en 2004 comenzó como guionista de TV. Pero no le gustaba cómo se hacían las cosas. "No existe relación entre guionista y director, te devuelven tu guión empeorado en el 90 por ciento de los casos... no se valora el talento, sino la resolución", por lo que decidió emprender su carrera en solitario, pese a los tiempos convulsos que ya empezaban a correr.

Comenzó con la realización de vídeos corporativos, de museos, el microteatro... hasta llegar a este primer salto al 'estrellato' de los cortometrajes, con varios premios en muy poco tiempo.

Pero en este complejo mundo se trata sólo de un paso en firme, eso sí, en medio de la larga carrera que tiene por delante. De momento, en octubre estrena su obra Walter Ego para microteatro y acaba de entregar el guión de una comedia romántica a Tornasol Films. Proyectos con la marca propia de Luis Sánchez-Polack, un gaditano que un buen día decidió contar sus propias historias.