Cultura

Con los equivocados en contra

  • El neoyorquino Eric Fischl muestra su visión de la fiesta taurina en el CAC de Málaga

Cuando media España, sin haber corridas y sin que Morante haya dado dos lances magistrales, habla de los toros por culpa de unos indocumentados interesados que quieren ocupar espacios mediáticos sin merecerlo, el centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta una extraordinaria exposición sobre una corrida de toros vista por uno de los pintores figurativos más importantes de la actualidad. Eric Fischl es un pintor neoyorquino que va a pasar a la historia por su genial interpretación de la realidad circundante, de esa humanidad que, dentro de su desesperante decadencia, presenta, a veces, motivos para que la luz sea más diáfana.

Eric Fischl asistió en 2007 a la tradicional corrida goyesca de Ronda, esa que Antonio Ordóñez inventara para bien de la fiesta y que año tras año convoca en la localidad malagueña al planeta de los toros, más como nostalgia que como aplastante realidad taurina. Como antes lo hicieran Orson Wells o Ernest Hemingway, seguidores impenitentes del torero rondeño, el pintor americano ve de primera mano lo que ocurría en el bicentenario coso de Ronda. Fue una tarde con un cartel correcto, no demasiado espectacular -César Rincón, Francisco Rivera Ordóñez y Cayetano-. No sé cómo acabaría la corrida, pero me imagino que al pintor americano le sirvió para captar la sublime plasticidad de una tarde de toros. Después de ver la colección de grandes lienzos que se presentan en el centro que dirige Fernando Francés, con toro y torero mostrando su realidad sin trampa ni cartón pero sin dejar esa huella de crueldad que quieren hacernos comulgar las excelsas mentes antitaurinas, me identifico más con el mundo de los toros y veo en él uno de los mayores espectáculos plásticos que existen. Es una exposición cercana, fácil, llena de vistosidad y espectacularidad, sin insistir en aspectos escabrosos y dejando constancia de la mirada diferente de un artista genial.

La exposición no llega a ser un tratado de tauromaquia pero sí nos sirve para recrearnos en la pintura con mayúsculas de un autor que capta la realidad con un sentido distinto, manifestando sólo la estética de una corrida, huyendo de tópicos y positivando la esencia extrema y espectacular de lo que se ofrece en la arena.

Una vez más, la oferta del CACMálaga nos conduce por el mejor arte internacional -junto a la muestra del pintor neoyorquino se presenta una extraordinaria exposición de los ingleses Gilbert & George-, dejando constancia que la capital de la Costa del Sol es, hoy por hoy, el centro artístico andaluz por excelencia.

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