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Cultura

La depuración cromática de la obra de Carmelo Trenado, en la sala Benot

  • El artista granadino presenta quince piezas de reciente creación, en la que hace una "síntesis radical" de la realidad desde su concepción de la esencia del color También exhibe una exposición paralela en Santa Catalina

Lo blanco, que todo lo purifica, que todo lo sana, es el pretexto que el artista granadino Carmelo Trenado utiliza para presentar Porque sana es blanco, que esta tarde se inaugura en la sala Benot.

Con esta selección de quince piezas de su obra más reciente, Trenado suscribe una "depuración cromática" de su pintura, que despoja de todo "hasta quedarse con la esencia del color, con mi concepción de la esencia del color, claro", asevera este profesor de la Facultad de Bellas Artes de Granada.

Este ejercicio depurativo se explica en un título, Porque sana es blanco, que Trenado toma de los versos de la artista y compañera María Caro, "que se ajustan maravillosamente a lo que pretendo explicar. Tiene que ver con lo que hago", explica.

Mucho ha llovido desde que en 1977 expuso por primera vez. Desde entonces, los ciclos de color han ido salpicando su trayectoria, en un proceso de ida y vuelta "como los cantes", en el que ahora vuelve a entrar para alejarse. "Necesitaba relajarme en el color y en los planteamientos", asevera este experimientado autor, que asegura desenvolverse ahora en la pintura que "me apetece hacer, bajo ninguna concepción estética del momento, ni demanda en particular", comenta.

Una muestra que se nutre de sus propias emociones, sin las que concibe ninguna creación. "Cada uno busca sus propios estímulos para crear y yo me muevo a niveles emocionales".

Para ello realiza un análisis traducido y filtrado por la emoción que, desde la manipulación que ejerce desde sus capacidades expresivas, "he convertido en signos" hasta envolverlos en un nuevo orden establecido. Es por ello que habla de su obra como una "síntesis radical de la realidad", que resuelve desde la articulación geométrica de todas las escenas que pinta. "Se trata de una realidad reducida en estos espacios, que a la vez se encuentra dentro de esta soledad monocromática" en la que se debaten sus creaciones.

Es su intrepretación de la realidad que le rodea, una realidad común a todos, esgrime, "aunque cada uno lo expresa de forma distinta, porque lo que hace singular el trabajo es la forma de resolverlo".

En este caso, Carmelo Trenado lo resuelve técnicamente desde la superposición de escenas pictóricas, a modo de secuencias de varias escenas ensambladas bajo el pincel de su artífice. "En ocasiones te pones a trabajar y te falta espacio para para narrar lo que quiero. Así que si el cuadro lo pide, le agrego superficies". Una muestra concebida como el paralelismo a la exposición fotográfica que bajo el título La imagen sustentada se exhibe en el Castillo de Santa Catalina, en la que plantea las obras como secuencias de un fotograma de los que surgen historias. "Los códigos de la pintura y la fotografía no son los mismos, pero la cabeza pensante sí", asevera Carmelo Trenado de sendos trabajos artística y expresivamente complementarios, con los que el artista vuelve a reincidir en Cádiz.

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