Construir desde la deconstrucción, desde la superposición de lo arrancado, de lo rasgado, es el punto neurálgico de la muestra El tiempo roto, que exhibe el pintor sanluqueño Garikoitz Cuevas en la galería Tramas de Barcelona.

El artista toma el concepto japonés takemae para enfrentarse a una nueva obra desde la propia ruptura de los esquemas, de las bases de todo aquello que deja de tener vigencia cuando se destruye, cuando desfila por el filtro de sus manos. Y es que en este debut de introspección artística el sanluqueño emprende la destrucción puramente psicológica, compleja y profunda, alejada de toda connotación física, porque todo sigue funcionando, el cuerpo sigue funcionando.

Un ejercicio artístico en tono reflexivo e intimista, que ha conformado desde sus últimas creaciones, con las que da un paso más en su carrera, alcanzando de este modo nuevas metas creativas, desde la base técnica del decollage.

En concreto, el autor superpone al soporte pictórico de base otra tela sobre la que interviene y arranca posteriormente, en un juego de texturas rotas y recompuestos selectivamente, desde la que reflexiona e invita a la reflexión.

En palabras del propio autor, "el título de la muestra, El tiempo roto, responde a la necesidad imperativa de reconocer virtudes y debilidades propias, ajenas o virtuales", dice. "Estas pinturas se rebelan con la conciencia limpia y la sangre corriente", esgrime de una muestra que ahora presenta "con la seguridad de hablar un idioma universal y la duda como sombra".

Garikoitz Cuevas (Sanlúcar, 1968) ha presentado su trabajo con continuidad en diferentes galerías españolas, Bienales de Artes Plásticas y en diferentes Ferias Internacionales, tales como MACO de México, MiArt de Milán y Arco, en Madrid. Su obra se expone en museos y colecciones como Focu Abengoa de Madrid, Cajasol de Sevilla, La Fundación Provincial de la Diputación de Cádiz, la Colección Iberdrola o la Colección Indra, entre otras muchas. Ahora expone en esta galería de Barcelona por tercera vez de forma individual.