Un cuarto de siglo basta

Un cuarto de siglo es suficiente. Lo es para hacerse una idea de la dimensión artística de la ciudad, de su realidad. Y así queda claro en la nueva obra del crítico de arte jerezano Bernardo Palomo, Encuentros, que ayer fue presentada en el patio del colegio Miguel de Cervantes de Jerez, donde el protagonista ejerce además de maestro. "Se trata de un tiempo determinante en el que la sociedad en general y la cultura en particular han adoptado su identidad, su realidad más inmediata. Un presente que, sin tirar cohetes, no es nada malo; pero que, quizás, necesite algo más", apuntó. El acto, que fue introducido por la hija del autor, Mercedes Palomo, historiadora del arte; y la periodista de este Diario Arantxa Cala, contó con la presencia de numerosos familiares y amigos del escritor, así como de destacados nombres del mundo del arte jerezano, que felicitaron al protagonista por este nuevo estudio.

La obra recoge los artistas más destacados del momento, su testimonio plástico y su verdadera dimensión en el panorama artístico mediato e inmediato. Al mismo tiempo, realiza un detallado repaso por aquellas parcelas que han intervenido en la historia artística de Jerez. Las galerías de arte, las instituciones, los artistas, la crítica y aquellos personajes que han supuesto algo en el discurrir del arte en estos años. Según el autor, el libro "parte de mi realidad como crítico del Diario de Jerez". Parcela en la que es de los críticos más antiguos de España y, probablemente, el único que, de manera ininterrumpida, lleva veinticinco años publicando de esta forma en un medio periodístico. "Hay que hacer constar que fue este Diario el primer periódico español que, de manera sistemática y sin interrupción, lleva más años con un espacio dedicado al arte contemporáneo", apuntó, e hizo hincapié en la importancia de los tres directores que han pasado por el periódico, Manuel de la Peña, Rafael Navas y David Fernández, en conceder un espacio importante a la crítica de arte; "una tribuna que, sobre todo, sirve para dar a conocer algo tan complejo como es el arte contemporáneo y para que el pueblo encuentre un apoyo para dotar a la obra nueva de la mirada adecuada". A este respecto recordó sus inicios en la crítica, "del profundo desierto que existía en una faceta en la que la tradición imponía su máxima potestad".

Su trabajo de maestro de escuela es compartido con su pasión artística; esto último se ha convertido ya en una auténtica profesión y no puede desligarse de su labor como docente. Comisario de exposiciones, autor de catálogos y escritor, ha publicado otros títulos como Plástica contemporánea en la provincia de Cádiz, La renovación plástica en Andalucía, Presente perfecto del arte andaluz y las novelas Fondo de galería y El pintor de dudas. En este sentido, ambas presentadoras repasaron con detalles la faceta más profesional del autor en torno al mundo del arte, además de la más personal y hogareña, pero siempre enfocada a este campo. Dos 'patas' de una casi campaña de marketing con el objetivo de 'vender' primero al autor y después la obra, con el peculiar eslogan '¡Ponga un Bernardo Palomo en su vida'..., o en su estantería.