LA COCINA | CRÍTICA
Cuando el ego creativo se inflama
Reconocimiento
El nombramiento de Cádiz Capital Europea de la Cultura que hace unos días lanzó en estas páginas el periodista Fernando Santiago empieza a sumar apoyos. La idea parece haber encajado entre las aspiraciones de las distintas entidades culturales sondeadas de la ciudad y, lo que es más importante, para el Ayuntamiento de Cádiz, desde donde no descartan recoger el guante y estudiar la viabilidad de esta candidatura.
Así lo confirma la concejala de Cultura, Eva Tubío, quien afirma que “es una buena idea pero habría que madurarla y trabajarla desde el esfuerzo y el impulso del conjunto de las administraciones para que tenga resultados óptimos”. En este sentido, la edil apuesta por recoger la opinión de la ciudadanía, por lo que considera necesario “recabar el interés y la opinión del sector de la cultura a través de los órganos de participación que existen, como el recién creado Consejo Municipal de Cultura, y en definitiva con artistas, agentes culturales y ciudadanía en general”.
Un apartado en el que Tubío se remite a “un modelo de cultura ligado a ejemplos como el de Medellín, con una trayectoria de transformación social ligada a la cultura o los programas que impulsa actualmente como Ciudad Creativa”, por lo que cree fundamental que la candidatura “sea avalada y apoyada desde su origen por los agentes culturales y sociales de la ciudad”.
Agentes y entidades culturales que se han manifestado a favor de la que podría ser una nueva oportunidad para una ciudad tan desaprovechada en cuantas coordenadas marcan su historia, patrimonio y cultura. Más si cabe, cuando de su mano podrían venir otros proyectos de envergadura como los que quedaron en el tintero en la pasada celebración del Bicentenario y otros tantos que han ido aflorando por el camino, como rezaba en este artículo del pasado domingo.
Y así lo manifiesta Rosario Martínez, presidenta de la Real Academia Provincial de Bellas Artes, que por ahora prefiere hablar sólo con su nombre y apellido “hasta que no traslade a la próxima Junta una moción para que la Academia se adhiera a esta candidatura”, afirma. Y es que para Martínez la idea supone “un acierto”, dice, “que ya estaba tardando demasiado, pues Cádiz debería ser capital europea de la cultura desde hace mucho tiempo por su patrimonio, su trayectoria cultural e histórica, por haber sido protagonista de la historia de España en tantos momentos...”. No obstante, la presidenta de Bellas Artes lamenta que “el patrimonio histórico, artístico y documental de esta ciudad parece que no le interesa a nadie, pues sigue sin valorarse”. “Como tampoco interesa a las altas instancias culturales que existan instituciones centenarias o bicentenarias como la nuestra que luchan por reivindicar todo este patrimonio”.
A favor también se manifiesta Moisés Camacho, presidente de ADIP (Asociación para la Difusión y Protección del Patrimonio), que considera “muy atractiva la idea” aunque “difícil de conseguir porque probablemente ya se están postulando candidatas muy potentes”. Si bien, Camacho apuesta por “intentarlo” y no duda en brindar “nuestro apoyo y disponibilidad a la hora de sumar en este proyecto, porque todo lo que sea fomentar la cultura y la visibilidad y proyección de esta ciudad bienvenido sea”.
Si bien, el presidente de ADIP reconoce que para alcanzar este objetivo “es fundamental contar con el apoyo de las instituciones como el Ayuntamiento de Cádiz y, sobre todo, de la Junta de Andalucía, pues sin su impulso sería imposible a la hora de obtener este reconocimiento”.
Precisamente uno de los puntos que ayer llevaba a la celebración de su junta directiva el Ateneo gaditano es éste, como manifestaba durante el transcurso de esta reunión Ignacio Moreno, quien apuntaba que “sin duda, el Ateneo está a favor de esta candidatura y dispuesto a trabajar por ella”.
Una corriente a favor de la que también navega la Asociación Cádiz Ilustrada, desde donde aseveran que “todo lo que promueva la defensa de nuestro patrimonio será bienvenido y apoyado por Cádiz Ilustrada, así que sería estupendo que saliera adelante”.
Nadie duda, por tanto, de la merecida consecución de un título que confiere el Consejo y el Parlamento Europeo a una o dos ciudades europeas, que durante un año tienen la posibilidad de mostrar su desarrollo y vida culturales. Una oportunidad única en la que habría que empezar a trabajar ya para que el Gobierno de España se fije y proponga a Cádiz dentro de siete años.
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