El escritor y economista mexicano Aurelio Fernández Fuentes inicia el próximo 14 de septiembre en Cádiz (Casa Iberoamérica, 19.00 horas) la gira de presentación de su libro Saavedra. Un anarquismo que le llevará también a Sevilla el día 17 del mismo mes, a Madrid el 22, a Granollers el 27 y, finalmente, a Barcelona el día 29. 

Saavedra. Un anarquismo es una investigación historiográfica presentada como crónica periodística en torno a la figura de Abelardo Saavedra Toro, personalidad anarquista cuya vida es semejante a la de muchos hombres que lucharon contra una sociedad injusta, prefigurando una manera de convivir armónica, racional y equitativa. Su trayecto es también el de un anarquismo: el que comienza a finales del siglo XIX , desprendido de la Primera Internacional, y termina violentamente con la Guerra Civil española.

Ahí está, pues, su actitud sobre el amor y la unión libres; la igualdad entre hombres y mujeres, entre razas y entre pueblos; las prácticas naturistas; el control de la natalidad; el enfrentamiento contra el Estado y la Iglesia y los privilegios de sangre; la convicción de que el mundo es finito y que el desarrollo económico debe someterse a este principio básico, adelantándose con ello al ecologismo y al socioambientalismo del siglo XXI.

Aurelio Fernández Fuentes es economista por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). Ha sido docente en la Facultad de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y el fundador del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales, el cual ha dirigido desde 1996. Además, es director y articulista de La Jornada de Oriente, periódico digital que informa sobre temas políticos, económicos, culturales y sociales en Puebla.

¿Quién era Abelardo Saavedra?

Abelardo Saavedra Toro (1860-1938) fue un anarquista de los que se definían como ciudadanos del mundo. Nació en Villamartín, en la provincia de Cádiz, y luchó por sus ideas en toda Andalucía, especialmente en Morón de la Frontera y en Sevilla; en Madrid actuó en escuelas para trabajadores, mítines y movilizaciones, y dirigió el semanario Tierra y Libertad, fundado por la familia Urales.

Fue a dar a la cárcel con motivo del atentado de Mateo Morral a los reyes de España Alfonso XIII y Victoria de Bátemberg. Al ser liberado, decidió aceptar la invitación de los anarquistas en Cuba para reforzarlos en sus excursiones o giras de propaganda, colaborar en la organización de trabajadores y la participar en el periódico Tierra, de La Habana.

Debido a una columna creada y publicada por él en ese impreso, que se distribuía en varias ciudades de la República mexicana, y en la que se hacía duras críticas al dictador Porfirio Díaz, fue a parar a la cárcel habanera. Sobre todo por su vinculación con los anarquistas mexicanos que eran encabezados por los hermanos Flores Magón.

Fue expulsado de la isla en 1911. Y aunque regresó para reunirse con su familia, lo volvieron a echar en 1915. A partir de entonces, desplegó su actividad libertaria en España. En 1917 ya estaba en la ciudad de Barcelona, con 57 años, donde se incorporó a las actividades sindicales y de propaganda.

Coincidió directa e indirectamente con anarquistas de la talla de Fermín Salvochea, Pedro Vallina, Antonio Ojeda, Francisco González Sola, Teresa Claramunt, Leopoldo Bonafulla, José Sánchez Rosa, Francisco Ferrer Guardia y el propio Anselmo Lorenzo.

Creó y escribió en más de media docena de periódicos ácratas y estableció en ellos sus posturas sobre pedagogía, leyes, el Estado, la importancia de la prensa y las luchas por la libertad y la organización de los trabajadores. Fundó escuelas para trabajadores, centros sociológicos; creó decenas de grupos de afinidad en los que, al igual que en las gañanías, enseñó las letras a los analfabetos.