Cultura

Una vivienda en Ubrique, finalista en los Premios Porcelanosa

  • La obra de Carlos Quevedo, el autor distinguido por la rehabilitación de la Torre de Matrera, invierte el programa tradicional

La vivienda de Ubrique.

La vivienda de Ubrique.

El estudio del arquitecto Carlos Quevedo, autor de la polémica pero premiada rehabilitación de la Torre de Matrera, acaba de ser nombrado finalista de los Premios Porcelanosa de Arquitectura e Interiorismo por el proyecto de una vivienda en el centro de Ubrique.

Junto a su compañero de estudio, Carlos Peinado –ambos de Carquero Arquitectura– han diseñado una vivienda particular en el límite del centro ubriqueño en la que han invertido el programa tradicional en base a la arquitectura popular, como consecuencia de las propias características y ubicación de la parcela.

Así, mientras que la arquitectura doméstica tradicional distribuye en planta baja el programa de día, dejando la primera planta para la zona de noche y la segunda como almacenaje, el proyecto finalista de estos premios internacionales modifica el concepto. Concretamente, según describe Carlos Quevedo, en la planta baja se distribuye el zaguan y el garaje hacia la calle, y la zona de dormitorios hacia la zona verde trasera, con una escalera lineal que articula la planta de la vivienda. Ya en la planta primera se ubica el dormitorio principal con baño hacia la calle, dejando la zona estar-cocina-comedor abierta a una terraza continua con vistas hacia el Valle del Aljibe.

Desde dicho espacio, con cubierta inclinada, se accede a su vez a una entreplanta que sirve de estudio comunicado con el salón, dejando como núcleos de servicios los tres volúmenes que se proyectan hacia el zaguán (lavadero, escalera y aseo). Lo que se ha hecho, explica el autor “es que aprovechando los recursos del lugar, se interpreta y adapta el programa de vivienda tradicional ubriqueña buscando la mejor posición de la zona de estar”. Una intervención que ha permitido “crear espacios exteriores y la interesante mirada diagonal entre las cumbres del Caíllo y el Valle del Aljibe”.

En cuanto a la fachada principal, “se diseña pensando en estas relaciones visuales interiores, la iluminación natural y teniendo en cuenta la arquitectura popular circundante”.

Para los autores del proyecto, esta distinción cuyo jurado está integrado por Aires Mateus, Alejandro Zaera o Andrés Jaque, “supone un enorme reconocimiento a una obra realizada mimando el detalle, con una aproximación conceptual que va desde la lectura del entorno y la arquitectura popular que le rodea a la calidad espacial interior de la misma y las convergencias que se establecen”. De modo que “ser finalistas ya supone un premio para nosotros”.

La finalidad del certamen Porcelanosa es seleccionar el mejor proyecto presentado que haya utilizado los diferentes materiales de las ocho empresas del grupo, así como fomentar la actividad creadora de los nuevos y futuros profesionales, favorecer su promoción y la difusión de su obra e innovar en términos de arquitectura, diseño e interiorismo. Un certamen que se divide en dos categorías, el Diseño de futuro, para profesionales y estudiantes, así como el del Diseño del año, donde se premian los mejores proyectos y en el que se integra este proyecto.

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