Después de haber cantado, y triunfado en julio, en Sancti Petri y junto a Antonio Carmona, Niña Pastori ha vuelto, en el corto espacio de un mes, a otro rincón de moda de nuestra provincia gaditana: Sanlúcar de Barrameda. Y lo hizo para llenar a reventar la plaza de toros sanluqueña. Todo el papel vendido antes del concierto y gran expectación por ver el nuevo trabajo de María, no solo entre los lugareños de la desembocadura del Guadalquivir, sino entre mucha gente venida de todas partes de la provincia.

Calculo que no bajó de cuatro mil el número de espectadores que vivieron una noche muy especial, donde no se notó el viento de Levante y donde el ambiente festero se vivió en los tendidos desde una hora antes del comienzo.

María, Niña Pastori, triunfó en Sanlúcar, presentando su último trabajo discográfico Bajo tus alas. Como ella misma contó al público, se trata de un disco muy trabajado, que cuenta con producción de Chaboli, su marido, quien, como es habitual en los conciertos de María, estuvo presente en el escenario, al frente de la percusión y, en algunos temas, como guitarrista.

El nuevo trabajo es el undécimo que graba la cantante de La Isla. El pasado sábado nos demostró que supone un avance importante en su carrera, donde va tejiendo canciones y temas con una gran variedad de colores musicales, y sobre todo, apoyando todo el trabajo, en la especial tesitura de su poderosa y bella voz. Su voz como motivo principal y el objetivo bien claro de que el público lo pase bien en sus conciertos.

María puso mucho cariño a la hora de presentar a todos sus colaboradores, en especial a su pianista, Luis Guerram y a Toñi y Sandra, quienes hacen los coros a sus canciones desde hace 16 y 7 años respectivamente.

Las canciones del nuevo disco fueron sonando, la mayoría coreadas por el público, como Incomparable, y mezcladas con temas anteriores, tan populares como Cuando nadie me ve, e incluso con un unas bulerías, cantadas desde lo más profundo de su excepcional arte flamenco.

Las nuevas canciones que trajo María se acercan a las baladas, hacen guiños internacionales, y utilizan los nuevos recursos musicales y, en definitiva, presentan una nueva línea melódica de Niña Pastori renovada, fresca y cercana al público. En el concierto también hubo lugar para un pequeño medley (popurrí) de temas suyos como Boca en boca, Molino, Quien te va a querer, Enamorada. Y por supuesto más canciones de su nuevo álbum: La habitación, La mudanza, Bajo tus alas…

Y después de los bises, donde cantó Cai (entre otras cosas, porque la plaza entera se lo pidió), hubo un fin de fiesta como Dios manda: Niña Pastori invitó a subir al escenario a un nutrido grupo de amigos que se encontraban en Sanlúcar y que junto a sus músicos hicieron un corro, que prácticamente se convirtió en un pequeño concierto dentro del concierto principal. Su madre fue de las primeras en subir y en arrancarse a bailar por bulerías, pese a tener roto el menisco. Cantaron Rancapino Chico, Manuel Parrilla e incluso subió el bailaor Antonio El Pipa, quien se marcó una pataíta con Niña Pastori y su madre, cogiendo a cada una del brazo.

La plaza entera, en pie, ovacionó a Niña Pastori, en un concierto memorable y entrañable que tuvo lugar en uno de los rincones de moda en España: Sanlúcar de Barrameda.