La 40 edición de la Muestra Cinematográfica Alcances echa hoy el telón en el mismo lugar en el que lo izó, el Teatro Falla, que sólo acoge de esta forma la gala de apertura y la de clausura del festival. Y si la apertura fue un homenaje a la persona que ideó Alcances y luchó por él en sus primeros y duros momentos, el escritor Fernando Quiñones, la última sesión será un homenaje al género que, este año de manera definitiva, centra la especialización de la Muestra: el documental. Se hará en la persona de José Luis López Linares, documentalista español de larga trayectoria que hoy recogerá en el Falla, a partir de las nueve de la noche, la Caracola de Honor del certamen. Después se proyectará su película El pollo, el pez y el cangrejo real.

Esta gala de clausura -dirigida por Eugenio de Chicote y presentada por Fátima Riobó, de Onda Cádiz- servirá también para entregar los premios de la sección oficial de Alcances, que fueron dados a conocer ayer por la mañana por el jurado tras la deliberación del jueves. Y junto a éstos, el premio que el público ha otorgado a los cortos de ficción, que, por primera vez, han sido proyectados fuera de la fecha oficial de la Muestra, también en el Baluarte de la Candelaria, en varios lunes de agosto y septiembre.

El homenaje que hoy se va a ofrecer en las tablas del Falla al documentalista español José Luis López Linares (Madrid, 1955) vendrá a rematar la amplia retrospectiva que Alcances ha dedicado al realizador, con la proyección de ocho de sus obras: Asaltar los cielos, Extranjeros de sí mismos, A propósito de Buñuel, Retrato de Carlos Saura, Geraldine en España, Lorca, así que pasen cien años, y El primer siglo del Prado.

La retrospectiva, precisamente, se cierra hoy con la proyección de El pollo, el pez y el cangrejo real, la película de 86 minutos de duración que López Linares realizó el año pasado. Se trata de un thriller gastronómico que muestra el esfuerzo de Jesús Almagro, actual campeón de cocina de España y uno de los mejores chefs emergentes en la industria gastronómica de los últimos años, para ganar el Bocuse D'Or, el premio gastronómico más prestigioso del mundo.