Cultura

Muestra de Iván Gómez en el Hotel Casa de las Cuatro Torres

  • La exposición podrá visitarse en el establecimiento gaditano los meses de julio y agosto

Iván Gómez Aparicio, ante una de sus esculturas.

Iván Gómez Aparicio, ante una de sus esculturas.

El Hotel Boutique Casa de las Cuatro Torres de Cádiz acoge, durante los meses de julio y agosto, la exposición El rostro como contención, del artista abulense Iván Gómez Aparicio.

Iván Gómez Aparicio nace en Ávila en 1989. Graduado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, también es técnico superior de Artes aplicadas a la Escultura en la Escuela de Arte de Salamanca. Le han concedido varias becas a lo largo de su carrera en Estambul, Morille, Fabero o Ayllón. Además, ha recibido numerosos premios y participa asiduamente en exposiciones colectivas por toda Europa.

Una muestra de 30 piezas escultóricas en las que el autor, como un alquimista que busca la pureza, crea una belleza realista en semblantes tranquilos y limpios que encierran buenas almas.

Nada de esto se logra sin un dominio de la técnica. Lo simple de apariencia es el resultado de un trabajo tenaz. Detrás de un minimalismo atisbado, hay una concepción integral que busca contener emociones.“La cara es reflejo del alma. El alma es limpia, serena. Un alma buena”, asegura Iván, “un alma que calla, contiene y transforma. La sorpresa , el dolor, el anhelo, la alegría... todo se trasmuta en semblantes tranquilos y limpios . Rostros contenidos y bellos que encierran buenas almas“.

El autor presenta sus rostros sin color ni gestos evidentes, creados con materiales nobles, que envuelve en geometría y a los que dota de realismo y luz .

El contraste de la obra de Iván con el espacio elegido por Teresa Ramos Grosso, propietaria de este icónico hotel gaditano ubicado en una antigua Casa de Cargadores de Indias llena de fuerza y vida, hacen, si cabe, más apetecible la visita a la Casa de las Cuatro Torres, junto a la plaza de España de la capital gaditana.

Fue construida entre 1736 y 1745 y está catalogada como Bien de Interés Cultural. Utilizada en el siglo XVIII como hospedería, actualmente es uno de los hoteles boutique más sorprendentes de Cádiz. Abierto al público en 2017 conserva, entre muros de piedra ostionera, suelos de mármol italiano de Carrara y vigas de madera encerada, una de las antiguas torres vigía desde la que se controlaba el ir y venir de los barcos en la bahía, que tiene una de las mejores vistas de la ciudad.

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