No hace 45 años, pero casi tantos de aquella noche en que un joven estudiante de Periodismo en Madrid, fiel oyente de Radio 3, acudía expectante al Colegio Mayor San Juan Evangelista para asistir al primer concierto en España de un grupo francés de música celta, Gwendal, del que había podido admirar varios temas sorprendentes por el sonido y el ritmo, siempre al compás de una flauta mágica. Eran esos años en los que empezaba a hablarse de forma importante de la música celta, de la bretona, de Alan Stivell como gran gurú de todo eso.

Gwendal daba dos funciones el mismo día, y el joven estudiante quedó tan encantado de la primera, de la animación que mostró el público, de la conjunción con los artistas, que se las apañó para camuflarse entre la gente que se agolpaba tumultuosamente para entrar y salir del recital y asistir a la segunda en modo 'colado'. Ese era el efecto que provocaba Gwendal y que, por los vídeos y las crónicas, sigue provocando en sus conciertos, a pesar de que de sus integrantes primitivos sólo se mantiene el líder, el flautista Youenn Le Berre. Los demás, o bien están haciendo música por su cuenta o bien han fallecido.

Youenn Le Berre: "Celta es un nombre confuso, muchas músicas tienen raíces comunes"

El mismo efecto contagioso en el público podría ocurrir (es previsible) durante su actuación en el Baluarte de la Candelaria de Cádiz, a las diez de la noche. Eso al menos es lo que espera Youenn Le Berre, que en una entrevista con este diario asegura que a pesar de los años, y los cambios en la composición del grupo, mantienen las ganas y las fuerzas: "¡Claro que sí! Tenemos juntos la misma energía para tocar esta música quizas porque hemos compuesta este repertorio que no gusta con su mezcla de estilos y de sonidos", afirma Le Berre, quien además considera que la aportación de Gwendal a la creación de un género como la música celta moderna fue significativa: "Creo de verdad que no es a nosotros a quienes corresponde decir estas cosas, pero parece que mucha gente y muchos músicos lo dicen, así que..."

Para el público en general, la música celta nació con repercusión planetari con gente como Alan Stivell y The Chieftains, y con cantantes como Loreena McKennit e incluso Enya, y Le Berre encuentra similitudes, pero también diferencias entre el trabajo de todos ellos y el de su formación: "Lo que es similar es tomar la música tradicional y modernizarla con las influencias de otros estilos (Gwendal tiene claras conexiones con la música clásica y el jazz), lo que es diferente es que no cantamos. El sonido de Gwendal es exclusivamente instrumental", matiza.

Incluso, el líder y superviviente de la banda mítica se aviene a explicar que pueden tener en común músicas de las Islas Británicas, Francia o el Norte de España, tan alejadas, por muy celtas que se denominen: "Pienso que eso de las músicas 'celtas' es una denominación algo confusa. ¡Cada año se descubre un nuevo país celta! Lo que está claro es que muchas músicas tradicionales tienen raíces comunes. Por ejemplo, la música de Bretaña está cerca de la musica kabyle (norte de Argelia) y es muy diferente de la música irlandesa. Al contrario, la música irlandesa está muy cerca de la música gallega y también de la asturiana".

Cree Le Berre que a pesar de que el boom de este género fue en los años 70 y 80, su fuerza se mantiene, lo que se demostraría cuando "hay tantos grupos que la tocan". "Lo que ha cambiado -añade- es quizás el sonido de nuestro grupo, que después de tanto tiempo ha hecho más profunda la fusión de temas inspirados por las músicas bretona e irlandesa con el rock rítmico y el jazz rock".