Generación barroca

La irrupción de una nueva generación de intérpretes ha transformado en la última década el panorama de la música antigua en España. Como un símbolo del cambio de época, los jóvenes nacidos justo después de la muerte del dictador Franco han ido haciéndose con el control de un espacio que estaba medio vacío, pues la interpretación históricamente informada tardó en arraigar en nuestro país. Más allá de un Jordi Savall, que operó buena parte de su carrera desde el extranjero, solo unos pocos nombres insignes (López-Banzo, los hermanos Moreno, Magraner, Rivera, Rico…) lograron hacer que en los últimos años del siglo pasado sus proyectos trascendieran el marco local y alcanzaran cierta proyección exterior. Los conjuntos liderados por jóvenes que tienen ahora entre 30 y 40 años han empezado a situarse a su lado cuando no a superarlos en muchos aspectos.

Es el caso de La Ritirata, un grupo fundado por el violonchelista Josextu Obregón (Bilbao, 1978) que tiene la versatilidad característica de los conjuntos barrocos y suele contar en sus filas con los más aventajados solistas de esta camada de músicos nacidos con la democracia. Poco a poco, La Ritirata, como otros conjuntos similares, ha encontrado vías para la difusión fonográfica de su trabajo, aunque el uso del DVD no ha sido muy frecuente en España. Solo una publicación propia de Forma Antiqva hace unos años y otra reciente de la Capella de Ministrers puedo recordar como antecedentes a este trabajo. Como la edición corre en este caso a cargo de Cantus, el proyecto se beneficia del habitual cuidado en los aspectos materiales que el sello madrileño pone siempre en todas sus producciones.

De la música se encarga un conjunto de seis jóvenes que hace un recorrido habitual en sus conciertos, pues de la grabación de uno de ellos se trata, en concreto del ofrecido en el Real Coliseo de Carlos III de San Lorenzo de El Escorial el 28 de mayo de 2011. El paseo empieza y termina en Andrea Falconieri, un músico de la primera mitad del siglo XVII que brilló escribiendo danzas de extraordinaria vitalidad. Entre medias, otros dos compositores del primer barroco (Dario Castello y Bartolomé de Selma y Salaverde) y tres maestros del siglo XVIII, el poco conocido Jacques Paisible junto a dos pesos pesados como Vivaldi y Telemann. Las flautas dulces de Tamar Lalo asumen buena parte del protagonismo de las voces agudas, aunque también se le une a veces el violín de Miren Zeberio. Obregón interpreta una Sonata para cello de Vivaldi y se dedica al continuo en el resto del programa junto a los instrumentos de cuerda pulsada de Daniel Zapico y Enrike Solinís y el clave de Ignacio Prego. La interpretación, de un sugerente aire improvisado, con líneas sinuosas y flexibles, rica en ornamentación y colores, apasionada e intensa, representa perfectamente la pujanza y el estilo de una generación que ha roto con buena parte de los complejos tradicionales de la música española y a la que la crisis está colocando en una situación delicada. Su futuro, como el de todos, está en el aire.

La Ritirata. Josetxu Obregón. Cantus (DVD) (Gaudisc)