El Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, situado en el Palacio Pemartín de Jerez de la Frontera, cumple este mayo 25 años de uso público como referente de este arte en todo el mundo. Coincidiendo con este aniversario, el delegado de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, y la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Cristina Saucedo, han inaugurado en una de sus salas la muestra 'Lola Flores en el cine', con motivo del 90 aniversario del nacimiento de la artista jerezana, la primera de otras que se van a organizar en el centro coincidiendo con esta efeméride.

Según ha recordado la Junta en un comunicado, el edificio se inauguró el 7 de mayo de 1988 como sede institucional de la Fundación Andaluza de Arte Flamenco y en este cuarto de siglo se ha convertido "en una referencia internacional para los investigadores y amantes del flamenco".

Actualmente el Centro Andaluz es el mayor centro de documentación del flamenco del mundo y tiene registrados 40.490 fondos reales de todo tipo entre monografías, partituras, material gráfico (folletos, fotografías, carteles, postales), una fonoteca con 20.101 registros y una videoteca con 1.919. De entre todos ellos están digitalizados 16.752 elementos.

El Palacio (inicialmente conocido como Palacio de los Marqueses de La Mesa de Asta) es un destacado exponente de la arquitectura residencial palacial andaluza y uno de los escasos ejemplos de arquitectura bajomedieval con los que cuenta la ciudad. Conserva como elementos singulares y destacados un sobresaliente alfarje mudéjar, pieza extraordinaria y única en la ciudad, y un interesante patio columnado de ornamentación tardobarroca en el que destacan por su singularidad las metopas pétreas de águilas y serpientes y los arcos en ángulos de los rincones de las galerías que arrancan sobre cabezas de querubines.

Desde el punto de vista funcional el Palacio ha tenido casi exclusivamente dos etapas diferenciadas, la residencial, que en la que se ha mantenido como residencia familiar, y la etapa institucional como sede primero de la Fundación Andaluza de Flamenco y ahora como Centro Andaluz de Documentación del Flamenco.

Su ubicación confiere al edificio, registrado como Bien de Interés Cultural (BIC), y a la institución una especial vinculación con el barrio de Santiago, considerado tradicionalmente como una de los focos flamencos más importantes de Andalucía.

LOLA FLORES EN EL CINE

El Palacio expone desde este miércoles y hasta el próximo 7 de julio la muestra 'Lola Flores en el cine', en la que se pueden ver parte de los fondos que este centro conserva sobre la cantante jerezana.

Está formada por ocho revistas cinematográficas editadas entre el 18 de julio de 1954 y el 8 de enero de 1961, 22 programas de mano, 25 fotos de rodajes, 11 cartelas de cine, seis folletos publicitarios, un disco sencillo de la banda sonora de la película 'Casa Flora' y un disco de pizarra con la grabación del tema de la película 'Pena, penita, pena.

Gran parte de los materiales sobre Lola Flores que se conservan han sido donados por el coleccionista jerezano José Luis Jiménez García, a quién el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco agradece su generosidad para la creación de este fondo sobre la carrera de la cantante.

En el acto inaugural de la muestra, el delegado de la Junta ha valorado la figura de Lola Flores como artista y como persona que "ha dejado huella en el imaginario colectivo no sólo de Andalucía y de España, sino también en algunos países iberoamericanos, huella que aún se conserva en los archivos sonoros y de televisión y en sus películas".

Lola Flores grabó durante su vida 38 películas entre 1939 y 1992, más de medio siglo de carrera cinematográfica que empezó con el largometraje 'Martingala' de Fernando Mignoni, y concluyó con su participación en la película documental 'Sevillanas' de Carlos Saura.

En 1951 firma, por seis millones de pesetas, un contrato en exclusiva con Cesáreo González, firma que fue acompañada por un impresionante despliegue publicitario. En este período llegó a rodar 18 películas, algunas coproducciones con México, que la consagraron como estrella internacional.

Después de esta etapa, continúa alternando sus espectáculos en directo y sus grabaciones discográficas con el cine, realizando, ya al final de su carrera, varios largometrajes que se alejaban del prototipo de cine folklórico en el que se enmarca buena parte de su trayectoria, en la que destacó por ser una trabajadora incansable.