El Festival de Teatro de Almagro, uno de los más prestigiosos de España, ha decidido este año dar un paso sustancial en su apuesta por ofrecer una "cita inclusiva y accesible" a todas las personas y en todos los ámbitos de su programación. Por eso, los responsables del festival han firmado un acuerdo con la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) para que algunos de sus grupos artísticos estén presentes en el certamen manchego. Y entre ellos estará Orozú Teatro, el grupo gaditano de la ONCE que podrá celebrar de una manera especial sus 25 años de existencia representando su último montaje escénico, Don Volpone, una adaptación libre, muy libre, de la obra Volpone el Magnífico, original del dramaturgo inglés Ben Jonson (1572-1637).

Andrés Alcántara, director de Orozú Teatro, sabe de la responsabilidad que supone para el grupo, encuadrado en la categoría de aficionado, participar en un festival de la solera y la exigencia que atesora el de Almagro, aunque confía en el buen hacer de sus actores, en su compromiso con el trabajo artístico y, sobre todo, en el cuarto de siglo de trayectoria teatral de una compañía que nació en 1993, de la mano de la ONCE y del propio Alcántara, tras un taller que finalmente cuajó en Orozú.

Formado por afiliados y por no afiliados a la ONCE, el grupo persigue la integración de las personas ciegas y con alguna deficiencia visual, además de otras discapacidades, y por eso en Orozú la mezcla es absoluta. Actores con discapacidad y sin ella se reparten por la escena con la naturalidad que propicia un intenso trabajo de ensayos y la ya citada experiencia.

En el repertorio de Orozú Teatro gana por goleada la comedia. Es el primer criterio en la elección de la obra, según explica Andrés Alcántara. O bien se adapta un texto o bien se crea original para el grupo. De ambos cometidos se encarga Belén Pérez, responsable de las adaptaciones, incluida la del próximo Don Volpone, y autora de los dos textos originales que Orozú ha representado hasta la fecha.

Don Volponellegará rodada a Almagro. La obra se estrenará en Sevilla en mayo y ello permitirá al grupo ir puliendo su puesta en escena hasta su representación el 24 y 25 de julio en el Teatro Municipal de la localidad manchega. Alcántara explica que Orozú ha respetado el "argumento troncal" de la obra de Jonson para terminar construyendo una "gamberrada satírica", una obra muy actual a partir de un clásico que, como siempre con la vigencia por bandera, habla de "timadores, sinvergüenzas, del ansia por el poder. Nosotros la hemos adaptado al lenguaje actual para que el público capte el mensaje. Es una obra con una gran crítica social".

Sobre el escenario, seis actores que duplican y triplican personajes, todos clowns en un comedia de mucha acción donde se suceden los golpes. "No es una obra de tresillo -resume Andrés Alcántara-, es una obra de ritmo trepidante donde hay magia, canto, saltos... Y, como es habitual en Orozú, con algún toque gaditano, en este caso las claves de los cuartetos".

¿Y es más difícil preparar una obra de esta características en un grupo con discapacidad? El director afirma que no y explica que la compañía tiene un método de trabajo adaptado al grupo que hace posible que cada obra se represente con toda las garantías y como si de una función habitual se tratara. Los actores aprenden, a través de ciertos trucos escénicos, a convivir con los objetos de la representación, a tomar distancia de ellos y de los otros actores, a salir y entrar en la escena con absoluta normalidad.

Un trabajo encomiable que permite incluso que las personas que llegan al grupo con sus lógicas limitaciones, con su movilidad reducida, acaben sacando partido de sus cualidades en escena pero también en su vida diaria, donde son capaces de ganar en autoestima y autonomía, como señala Alcántara, gracias a su trabajo y esfuerzo en Orozú.