José Manuel Soto, José Mercé y Los Morancos protagonizaron anoche el concierto del verano en la Plaza de Toros de El Puerto en una noche de levante que congregó a más de 8.000 personas, un llenazo, incluso más del deseado, ya que el espectáculo tuvo que arrancar con retraso debido a que los organizadores comprobaron nada más empezar que se habían duplicado entradas. Este incidente, que dejó a una pequeña parte del público sin localidad, hizo que los propios artistas salieran juntos al escenario al inicio de la noche para pedir disculpas a los afectados por el error, al tiempo que la organización anunciaba que se les devolvería el dinero.

Es una prueba de hasta qué punto había curiosidad para ver sobre el escenario a estos  artistas con estilos tan diferentes que en esta ocasión se han unido, de forma excepcional, para ofrecer un único espectáculo que llevaba por título Cantando bajo la risa. Y es que el humor no podía faltar teniendo como maestros de ceremonias a los hermanos Cadaval, asiduos al litoral gaditano desde hace años y que desde el pasado verano tienen una especial relación con El Puerto.

La génesis del espectáculo surgía a principios de este mismo verano, tras el  concierto ofrecido en Sevilla por José Manuel Soto con motivo de su 25 aniversario sobre los escenarios. Debido al gran éxito que obtuvo en el concierto que se celebró el pasado 21 de junio en la Maestranza de Sevilla, con carácter benéfico y al que asistieron más de 10.000 personas, el artista sevillano decidió trasladar el mismo esquema al verano portuense, un concierto que se convirtió anoche en una oportunidad única de ver sobre las tablas a artistas tan distintos como José Manuel Soto, José Mercé y Los Morancos, y en el fondo también tan parecidos, ya que a todos ellos les une una estrecha amistad que se dejó sentir anoche.  También todos ellos tienen en común una estrecha vinculación con El Puerto de Santa María, ya que esta fue una de las primeras ciudades en las que José Manuel Soto se subió a un escenario y José Mercé pasaba en estas tierras  los veranos de su infancia. Los Morancos, tras unos años afincados en Rota durante el verano, probaron suerte el pasado verano con la instalación de su chiringuito en Puerto Sherry.

José Mercé fue el primero en salir al escenario y lo hizo arrancando con su célebre Del amanecer. En buena comunión con el público, bromeó sobre la buena noche que hacía y el escaso viento que les acompañaba, mientras el levantazo se llevaba volando las partituras de los músicos. Siguió Mercé, cuya actuación se prolongó durante casi una hora, con alegrías y con unas bulerías de su último disco. Se gustó con su tango  Te pintaré, dedicado a Pablo Picasso, y deleitó al público con dos de los mayores éxitos de su carrera: Lío y Al alba, la versión de la canción de Luis Eduardo Aute. Su actuación mereció un bis y el cantaor del barrio de Santiago no regateó, finalizando su actuación con la aclamada Aire.

Tras la generosas actuación de José Mercé, cerca de la una de la madrugada y tras un pequeño paréntesis para hacer algunos cambios en el escenario,  comenzaban su actuación Los Morancos, caracterizados como el célebre ‘facha’ al que da vida César y con Jorge ataviado como un jovencito de ideas avanzadas. No faltaron los chistes con afiladas alusiones a la actualidad económica nacional, con varios puyazos a Zapatero y guiños a los populares, siempre metidos en el papel que les ha dado tanta popularidad en televisión en los últimos años. No faltaron tampoco las bromas sobre andaluces, catalanes y vascos, siempre con un gran sentido del humor que desató enseguida las risas del público presente.

Cerca ya de las dos menos cuarto de la madrugada apareció el hombre más esperado de la noche, José Manuel Soto, el artista que había conseguido levantar uno de los grandes eventos del verano. Su recibimiento, como no podía ser menos, fue sonado y con el público ya metido en el bolsillo, Soto desgranó algunos de los principales temas que le han dado fama  y muchos fieles seguidores en estos veinticinco años de carrera musical, con piezas clave de su repertorio como Por ella o La pared. Una noche inolvidable dentro del verano portuense en la que el numeroso público asistente despidió en pie a los artistas.