Cultura

El Centro renueva salas y amplía el número de proyectores digitales

  • Los multicines del casco histórico afrontan de manera paulatina el cambio de los antiguos proyectores de 35 milímetros Dos de las salas más pequeñas se encuentran ahora sin uso

Renovarse o desaparecer. No hay otra. La tecnología revoluciona con gran rapidez todos los ámbitos de la vida y el cine no se queda atrás. La cinematografía se encuentra, incluso, en la zona de vanguardia de los adelantos tecnológicos que van marcando a su vez la renovación de salas y de los equipos de proyección. Un buen tiempo llevan ya los multicines El Centro del casco histórico de Cádiz, pertenecientes a la cadena Al Andalus, adaptándose paulatinamente a los nuevos tiempos. Aunque con dos de sus nueve salas cerradas -las más pequeñas-, el cine ha afrontado la renovación de todas las butacas de dos de sus salas más grandes y, al mismo tiempo, está sustituyendo los antiguos proyectores analógicos de 35 milímetros, camino ya de ser piezas de museos, por los modernos proyectores digitales que abren además la puerta a un futuro con muchas novedades.

David Zamora es el gerente de los multicines El Centro, un complejo que nació en 1998 tras la desaparición del cine Municipal y la rehabilitación del edificio de El Palillero, que en sus inicios fue centro cultural y que ahora acoge el Centro de la Mujer. Casi veinte años de historia dan para bastante, y por eso se han cambiado las butacas de las salas 8 y 9 mientras que el resto de salas abiertas han sido sometidas a una profunda limpieza, según explica el gerente.

De las nueve salas con que cuentan los multicines, dos están cerradas desde hace algunos meses. Ambas disponen de un proyector analógico de 35 milímetros, un formato en el que cada vez llegan menos películas y que está obligando además a la empresa a sustituirlos por modernos proyectores digitales. Así, tras los últimos cambios, sólo queda una sala con proyector analógico, la número tres, cuatro disponen de proyectores digitales y otros dos de blu-ray.

Los cambios en los equipos se han producido paulatinamente porque su coste es alto, y permiten a los cines ofrecer las películas con una mejor calidad de imagen. El cambio en la cabina de proyección es también sustancial. Los grandes proyectores de 35 milímetros necesitaban de grandes platos en los que colocar las películas. Son unos verdaderos armatostes que con su eliminación dejarán más diáfana la amplia cabina. Los platos y los proyectores son, desde luego, futuras piezas de museo que David Zamora pretende limpiar y acondicionar para su exposición en algún lugar de los cines, como ocurre con el vetusto proyector que se encuentra en el bingo Andalucía o en el propio Teatro Falla.

Los espectadores ganarán con el cambio, pero también los técnicos de cabina. Se eliminan las cintas de las películas con sus tradicionales fotogramas y ahora se sustituyen por discos duros de gran capacidad, dependiendo de cada película, que permiten distintas opciones de proyección: en versión original, en tres dimensiones... Los cines necesitan además de un código para poder activar el disco duro, sobre todo con los estrenos para que la película no pueda ser proyectada ni activada antes de tiempo.

Incluso abren la puerta a que, en un futuro, las películas sean enviadas por la distribuidora a través de satélite a un servidor sin necesidad de enviar a los cines el disco duro actual.

David Zamora, que antes de ser gerente fue portero de los cines y técnico en la cabina de proyección, valora estos cambios desde la perspectiva de mejorar la calidad de las salas y de las proyecciones, en un cine atípico al estar situado en pleno casco histórico de la ciudad y no en un centro comercial, lo habitual en estos tiempos.

Un cine que además, con un gran variedad de precios, proyecta en ocasiones películas poco o nada comerciales, como sucederá ahora con el Festival Alcances y, a lo largo del año, con las proyecciones en versión original del Campus Cinema Alcances.

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