El tonto del tuit

El revuelo por las bobadas golpistas de un brigada chusquero de Villamartín es consecuencia de una larga batalla sindical dentro de la Guardia Civil

Pedro Ingelmo Cádiz

28 de junio 2015 - 05:01

Alfonso Rodríguez Castillo, el coronel que dirige a los 1.600 guardias civiles con destino en la provincia de Cádiz, es nuevo al frente del cargo, pero conoce bien el tejido. Durante muchos años estuvo al mando del Infoca en la provincia, coordinó las tareas de seguridad del Mundial de Motociclismo o del Rocío y lleva a sus espaldas una buena colección de operaciones antidroga. Pero su principal problema no se encuentra en las complejidades propias de la provincia. Su principal problema son 28 bajas médicas por motivos psicológicos. Su principal problema, de hecho, dio la cara ante más de tres millones de espectadores en el programa de máxima audiencia El Intermedio el pasado lunes, cuando el conductor del show, el Gran Wyoming empezó a hacer chistes sobre los tuits que "un mando" de la Guardia Civil de Villamartín había escrito. Los tuits no tenían desperdicio. Había de todo: soflamas sexistas, golpistas, filonazis... Un auténtico simposio de memeces.

El autor de estos delirios es el brigada Jarque, al que sus compañeros dan por imposible. En realidad, Jarque no es ningún mando, sino un chusquero, un hombre con "mogollón de mili a sus espaldas". Gran parte de su carrera la realizó en la Academia de Baeza. Allí tuvo un problema familiar que le sumió en la depresión, según narran algunos guardias civiles que le conocen, y pidió un cambio de destino. "No tenía fácil ubicación, no se sabía muy bien qué hacer con él, así que se le envió a Villamartín a hacer tareas principalmente burocráticas. Yo creo que Jarque no ha practicado una detención en su vida", dice un guardia civil que le conoció en Baeza. "Es un personaje absolutamente inofensivo al que algunos ya le llamaban el tonto del twitter. Y sí, de vez en cuando suelta eso de esto con Franco no pasaba y sí, es un facha redomado que no pasa de ahí y al que nadie toma muy en cuenta. No es mala persona". Otro guardia civil que ha coincididio con él en algunas ocasiones, lo define como "un flipao. No tiene mundo ni trata con la gente. Lo han utilizado para pegarle una patada en el culo al Cuerpo".

Jarque se ha convertido en un dolor de cabeza para el instituto armado, como demuestra que el propio ministro, Jorge Fernández, haya tenido que salir para reprobar al suboficial calificando sus opiniones como "execrables y repugnantes". Rápidamente se ordenó una investigación. La investigación no consiste, naturalmente, en indagar si Jarque, al que le va a caer un buen paquete, forma parte de algún tipo de entramado golpista ni nada de eso, sino en cómo se ha podido producir esa fuga y qué está sucediendo realmente en la comandancia de Cádiz.

"La Guardia Civil es la institución mejor valorada por los españoles y eso se ha conseguido partiendo de que al inicio de la Transición estábamos considerados como un cuerpo represor y anticuado. Ha sido un concienzudo trabajo de modernización. Ahora es la Guardia Civil la que está investigando casos de corrupción, la que saca adelante investigaciones muy complicadas de blanqueo de dinero... No podemos permitirnos una mancha por una estupidez de este tipo, porque un iluminao se desahogue escribiendo sandeces en internet", afirma un mando -éste sí, un mando- que trabaja en Madrid destapando algunos de los más delicados delitos económicos.

Es por eso que la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) sabía dónde daba cuando entregaba este explosivo material al Gran Wyoming y a un periódico digital, que fue el primero en publicar estos tuits. Su denuncia indicaba un problema que, en realidad, no existe: en el Cuerpo sigue habiendo muchos tejeros. De hecho, Jarque firmó su sentencia cuando en su cuenta de twitter criticó a los compañeros que se estaban dando de baja en la Sierra. Los miembros de la asociación conocen a Jarque y saben que Jarque no es un líder ni un cabecilla de nada. Lo que quería la asociación, por tanto, era hacer visible una batalla sorda que libra desde hace años y, de paso, darle un escarmiento a Jarque por bocazas. Y su estrategia ha sido un éxito.

La AUGC es una asociación con peso dentro de la Benemérita y su trayectoria ha contribuido a mejorar esa imagen del Cuerpo, ya que es la heredera de la Coproper, un martillo contra la corrupción dentro de la Guardia Civil y clave para destapar los manejos de la mayor vergüenza de la institución en democracia: Luis Roldán.

Coproper desapareció por el hostigamiento que sufrió desde las más altas instancias. Algunos de sus miembros llegaron a sufrir reclusión por denunciar lo que se cocía dentro del instituto. Cuando renació, la Guardia Civil se había limpiado y se había convertido en lo que hoy conocemos. Por tanto, la batalla de la AUGC era distinta y su principal objetivo era ser reconocida como un sindicato. El carácter militar de la Guardia Civil prohíbe este tipo de figuras de defensa laboral que requieren liberados y negociaciones entre empresa y trabajador. Pero la AUGC está empeñada en cambiar las cosas.

En la provincia el núcleo duro de la AUGC se encuentra en el puesto de Arcos. Cuenta con 186 agentes destinados en la Sierra y es aquí donde se han producido la mayor parte de las 28 bajas que traen de cabeza a los responsables de puesto para encajar turnos y cubrir rondas.

Uno de los mandos intermedios que sufre esta avalancha de bajas y que afirma simpatizar con la AUGC considera que esta ofensiva de la asociación se está saliendo de madre, ya que no tiene ninguna duda que detrás de todas estas bajas se encuentra la mano de la asociación: "La AUGC creó una caja de resistencia por la cual si recibías algún tipo de sanción te cubría económicamente, pero ese dinero sólo lo percibes si estás de baja. No cabe en cabeza alguna que un picoleto se vaya a dar de baja psicológica porque le haya caído un rapapolvo por llevar un cinturón de un color y no de otro. Los guardias civiles tratamos con mucha gentuza, algunos de ellos peligrosos, no creo que nadie se desmorone psicológicamente porque un mando te eche una bronca, esté justificada o no". Y pone de ejemplo las bajas que siguieron a la decisión de ampliar en dos horas el horario de atención al público del puesto de Ubrique o la sanción a una patrulla que se quedó "sopa" estando de servicio.

"Lo que tiene que hacer la asociación -dice otro agente- es reivindicar que nos suban estos salarios de mierda y que se nos equipare a cualquier otra policía".

Todo esto se cuece bajo los ya célebres tuits del brigada Jarque y ese es el verdadero problema que tiene el coronel Rodríguez Castillo.

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