El Ayuntamiento de El Puerto ratificó ayer a mediodía la operación anunciada la semana pasada, mediante la cual los terrenos de Visteon y maquinaria de la antigua factoría pasan a manos de la empresa municipal Impulsa El Puerto, para que esta a su vez los pueda vender a Plasticur, la única empresa que se presentó al fallido concurso abierto hace unos meses por el Ayuntamiento, y que resultó desierto.

Varios fueron los trámites realizados ayer antes del pleno municipal extraordinario mediante el que se daba luz verde a la medida. Primero en junta de gobierno local se aprobó la enajenación de la maquinaria y equipos de producción procedentes de Cádiz Electrónica a Impulsa. Posteriormente el equipo de gobierno se reunía con los trabajadores, tras lo cual se celebraba una junta general de Impulsa El Puerto, para proceder a la aportación de los terrenos a la empresa como ampliación de su capital social y finalmente, se celebraba el pleno que ratificaba esta medida.

Tanto la junta general de Impulsa como el pleno contaron con la presencia de los extrabajadores de la factoría, uno de cuyos representantes tomó la palabra durante la sesión plenaria.

Antes, en la junta general, fue donde se produjo el grueso del debate, que concluyó con la abstención de los tres grupos de la oposición municipal (PSOE, Izquierda Unida e Independientes Portuenses) ya que ninguno de los tres termina de ver clara la maniobra municipal.

La portavoz de IP, Silvia Gómez, cree que con la venta a Impulsa el control sobre el futuro de este enclave se le va de las manos al Ayuntamiento, al tiempo que lamentó la falta de información facilitada a los grupos de la oposición. "No debemos dar cheques en blanco y tenemos grandes dudas sobre esta venta", dijo. Por su parte el portavoz de Izquierda Unida, Julio Acale, hizo un repaso por los rápidos trámites realizados por el equipo de gobierno para poner en marcha esta decisión, tras el fracaso del concurso, considerando "un paso atrás" la opción finalmente elegida. Acale se preguntó si esta operación no será "una estrategia empresarial para conseguir los terrenos a precio de saldo", ya que la tasación de los técnicos municipales era de casi 12 millones y ahora se venderá por poco más de cuatro, de los cuales 3,5 millones proceden de fondos públicos a través del plan Reindus.

El socialista David de la Encina también expresó serias dudas sobre la venta y dijo que "no se puede jugar con el patrimonio de la ciudad". El edil reclamó varias veces al concejal de Urbanismo, Diego Muñoz, los detalles de la operación, quien le remitió al consejo de administración de Impulsa El Puerto. De la Encina se preguntó como Plasticur ha pasado de ser considerada "inadmisible" para el concurso público convocado y ahora se le venden a esta misma empresa los terrenos, con una tasación de poco más de cuatro millones realizada por una empresa privada. "La única que tiene urgencia en este asunto es Plasticur, ya que tiene que justificar el dinero público que ha recibido", dijo, para añadir que la operación "les viene muy bien al Ayuntamiento y a Impulsa para saldar cuentas, ya que se le debían a la empresa dos millones desde 2009. Es la ciudad la que sale perjudicada", dijo.

El portavoz andalucista, Antonio Jesús Ruiz, defendió el papel del Ayuntamiento y todas las iniciativas emprendidas tras el cierre de Visteon, insistiendo en que lo importante es que se recupere la actividad empresarial.

El concejal de Urbanismo, en un tono mucho más encendido del que es habitual en él, defendió también la venta y recordó que el objetivo es la creación de 400 puestos de trabajo. Si bien reconoció que la declaración del concurso como desierto fue un jarro de agua fría, también destacó el intenso trabajo realizado para sacar adelante esta segunda opción "en un tiempo récord".

En una segunda ronda de intervenciones los portavoces de la oposición siguieron planteando dudas sobre la decisión, echando en falta sobre todo un documento escrito en el que quedaran claras las condiciones de la misma, ante lo que el edil de Urbanismo volvió a remitirse al consejo de Impulsa. "No hay trampa ni cartón y estoy decepcionado", dijo Diego Muñoz ante la patente falta de apoyo de IP, PSOE e IU, que se tradujo finalmente en una abstención.

Ya en el pleno extraordinario, un representante de los trabajadores confió en que tanto el gobierno local como la oposición, cada uno desde su papel, trabajen para sacar el máximo partido a los activos de la factoría, confiando en una próxima actividad industrial.