Dos terremotos simultáneos se dejan notar en Chiclana, La Isla y Conil
Los seísmos, de una magnitud de 3,4 y 3,3 en la escala de Richter, tuvieron su epicentro en las inmediaciones del polígono de El Torno y de La Barrosa · Los temblores no causaron daños personales
Dos terremotos simultáneos de una magnitud de 3,4 y 3,3 en la escala de Richter registrados a las 10.29 horas de la mañana de ayer en puntos diferentes del término municipal de Chiclana causaron sorpresa e incluso alarma en buena parte de la población no sólo de la localidad chiclanera sino también de los municipios cercanos de San Fernando y Conil y, en menor medida, en Puerto Real y Cádiz. Los servicios de emergencias del 112 contabilizaron hasta un centenar de llamadas telefónicas en menos de una hora de vecinos desconcertados tras notar los seísmos. Pese a la alarma creada, no hubo que lamentar daños personales.
Hasta tres terremotos fueron registrados por los sismógrafos en la mañana de ayer. A los dos primeros, simultáneos a las 10:29 horas, siguió un tercero a las 11:51 horas, aunque su lejana localización -en el Golfo de Cádiz- y su escasa magnitud (1,7 en la escala de Richter) lo hicieron totalmente inapreciable para la población de estos municipios costeros.
No pasó lo mismo con los dos primeros seísmos, que sí fueron detectables por los ciudadanos de Chiclana, San Fernando y Conil y por los numerosos turistas que en esta época del año disfrutan de sus vacaciones en esta franja del litoral gaditano.
Responsables del Instituto Geográfico Nacional, organismo dependiente del Ministerio de Fomento, explicaban ayer que los terremotos de una intensidad menor a 3,5 no suelen ser percibidos por las personas. Ayer, sin embargo, no sucedió esto, algo que estas mismas fuentes atribuyen a que los movimientos telúricos tuvieron lugar a muy escasa profundidad de la capa terrestre y, además, en una zona muy cercana a la costa.
Efectivamente, los dos terremotos detectados por buena parte de la población se localizaron cerca del mar. Uno de ellos tuvo su epicentro bajo el paraje de salinas situado a unos dos kilómetros del polígono industrial de El Torno, en el noroeste del término municipal de Chiclana. Pero a la misma hora se localizaba otro seísmo en un punto situado apenas dos kilómetros más al sur, en concreto entre la primera pista de la playa de La Barrosa y el Castillo de Sancti Petri.
Los testimonios de quienes notaron moverse todo a su alrededor durante varios segundos vinieron a atestiguar la teoría de los expertos en la materia, que ayer mismo ya indicaban que se tenía que notar más estos terremotos en los espacios cerrados, y muy especialmente en quienes se encontraban en ese momento en reposo o en los pisos más altos.
En ningún caso hubo que lamentar daños personales, aunque el temblor sí hizo que se precipitaran al suelo cuadros y objetos que estaban colocados en estanterías de viviendas particulares o en expositores de algunos negocios. Esto último pasó, sólo por poner algunos ejemplos, en la farmacia de El Trovador, en Chiclana, o en el establecimiento Infante, ubicado en la céntrica calle Rosario de San Fernando.
Pero lo que sí hubo fue desconcierto e incluso nerviosismo. El mejor ejemplo lo marca el centenar de llamadas que contabilizó en apenas una hora el servicio telefónico de emergencias del 112. Pero también hubo petición de ayuda a las diferentes policías locales y servicios de Protección Civil. Algunos vecinos, asustados, se afanaban en pedir consejos sobre qué hacer en el caso de que a ese terremoto siguieran réplicas.
En Chiclana, sin duda el municipio donde más se notaron los movimientos telúricos, fuentes de Protección Civil relacionaron más la avalancha de llamadas al miedo que había provocado la noticia más que a la relevancia real del suceso.
El servicio del 112, por su parte, inició de inmediaro una ronda de contacto con sus operativos locales, que vinieron a confirmar la ausencia de daños personales.
En San Fernando quizás hubo menos alarma que en Chiclana, aunque también notaron los terremotos. Unos lo percibieron mientras desayunaban y otros mientras aún descansaban en la cama. Pero también hubo una gran dosis de escepticismo entre aquellos ciudadanos que lo notaron y que se enteraron de la noticia por la calle.
Lo curioso es que a los tres terremotos registrados en la mañana de ayer hay que sumar desde la noche del lunes otros cuanto que estuvieron localizados bien en la provincia gaditana o bien en la zona del Golfo de Cádiz. Es decir, hasta siete terremotos fueron contabilizados en el estrecho margen de apenas 40 horas, según la información oficial del Instituto Geográfico Nacional.
En concreto, el lunes, a las 21:36 horas, hubo un seísmo de 1,7 en la escala de Richter al suroeste de Grazalema, mientras que sólo nueve minutos después hubo otro de 1,9 de intensidad al noroeste de Conil. Asimismo a las 19:45 horas del martes se registró otro temblor de 2,5 en el Golfo de Cádiz, mientras que en la madrugada de ayer, en concreto a las 3:48 horas, sucedió otro terremoto en el mismo lugar y de una magnitud idéntica. Ninguno de estos seísmos, por su escasa magnitud, fue apreciado por la población.
Desde el Instituo Andaluz de Geofísica se quitó ayer importancia a los movimientos sísmicos registrados en Chiclana. Este organismo entiende que la costa propició un "mayor efecto de amplificación" de la sacudida, que sitúa en los parámetros de normalidad.
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