Todos los rostros se vuelven para escucharla. Margarita Quintanilla Medina acaba de coger el micrófono. Y relata su caso, que tuvo que ser muy sonado en la época: unos trillizos que nacieron el 18 de enero de 1957. "Allí había muchos periodistas. Franco dio 1.000 pesetas por cada uno de nosotros. 3.000 pesetas en total, que en esa época eran mucho dinero".

En teoría, era ella la que tenía menos posibilidades de salir adelante. Pues fue la única que oficialmente sobrevivió a un duro parto que a punto estuvo de costar la vida a su madre. Sus hermanos Luis y Emilia murieron. Luis, según los papeles conseguidos en el cementerio, el día 20. Emilia, el 27, pone en el Tomo 178, página 104 del registro del camposanto gaditano. Ha ido a la reunión porque cree que los dos viven. Emilia, casi seguro. Porque hace tiempo que varias personas le han dicho "Margarita, hay una igual que tú en San Fernando". Pide que las televisiones la enfoquen, para ver si sus hermanos la reconocen. Aunque advierte que "ésta no soy yo, porque hace nueve meses tuve una operación muy fuerte, y me quedé sin la melena que llevaba. Hasta ayer no me he enterado que el entierro de mis dos hermanos lo pagaron en el hospital".

Todos quieren lo mismo: que se autorice la inhumación de los restos para saber al fin la verdad, Para poder seguir adelante sin esa espina, sin esas múltiples espinas en el corazón.