La ola de calor se despide en Cádiz dejando temperaturas diez grados por encima de la media

El puente entre los meses de junio y julio ha estado protagonizado por una ola calor que puede considerarse histórica en su persistencia e intensidad. Un episodio de altas temperaturas que ni siquiera ha dado un respiro a las zonas del litoral de la provincia, que han protagonizado noches tropicales, muy por encima de los 25 grados.

Así, desde el pasado 25 de junio, la estación de la Agencia Estatal de Meteorología en Cádiz ha ido arrojando valores mucho más elevados de lo que se considera la media para esos días, llegando a máximos de casi diez grados por encima del valor convencional. Frente a medias que suelen rondar los 26 grados de máxima a finales del primer mes del verano, las jornadas del 28, 29 y 30 de junio registraron temperaturas máximas de entre 34.9 y 35.4 grados. Tampoco, como indican las noches de calor, quedaron atrás las mínimas, que de un registro habitual de unos 20 grados pasaron a los 26 grados.

En el caso de Jerez, las máximas rozaban también los diez grados de diferencia, con el medidor del aeropuerto jerezano arrojando unos valores que saltaban de los 32 grados que se consideran máxima habitual durante esa semana, a temperaturas que llegaban o superaban los 41.5 grados; con las mínimas experimentando, igualmente, un salto de cinco grados al alza.

En la base de Rota los termómetros también registraban valores inusuales: de apenas llegar a los 30 grados como máxima, han superado durante estos días de ola de calor los 40 grados de máxima; mientras que las mínimas ascendían de los 18 grados de media a los 25.

EL MAR TAMBIÉN SUFRE EL CALOR

La ola de calor sufrida en el sur de Europa se ha vivido también en el mar. Las aguas del Atlántico en el área de influencia gaditana han rebasado los dos grados de diferencial en la temperatura habitual, superando en ocasiones los 25 grados: una temperatura más habitual de pleno verano. Durante los próximos días, según la proyección de la AEMET, la temperatura en el agua del litoral no irá más arriba de esta cifra. Los registros en el agua de la provincia quedan, sin embargo, por debajo de los vividos en el entorno mediterráneo, que en zonas como las del mar balear presentaba temperaturas entre 5 y 6 °C superiores a los de esta época del año -los marcadores en puntos de las islas Baleares o Castellón han llegado a los 30 °C, marca que se prevé siga repitiéndose en los próximos días-. De hecho, la actual ola de calor en el Mediterráneo se considera una de las anomalías más significativas a nivel mundial que estamos viviendo este año.

Según explica la web Severe Weather, las olas de calor marinas suelen verse amplificadas por condiciones atmosféricas asociadas a fenómenos como la cúpula de calor que se está viviendo en el continente: un término que se aplica cuando un amplia área de altas presiones queda 'atrapada' sobre un territorio. Este tipo de escenario puede llegar a tener carácter persistente y extremo, con una duración que puede ser de días a semanas. La cúpula de calor actúa como una tapa que atrapa el aire cálido y le impide moverse, empujándolo hacia capas más bajas -y expulsando, también, la humedad-, de forma que las masas de aire terminan siendo anormalmente cálidas cerca de la superficie.

Este fenómeno impacta fuertemente no sólo en tierra, sino también en las masas de agua. El calor insistente y continuado en el tiempo termina aumentando la temperatura del mar ya que, sin otro sistema que lo contrarrestre, el agua no puede enfriarse y se limita a retener el calor.