Provincia de Cádiz

El observatorio científico como tabla de salvación

  • El ICCAT baraja otorgar otras 400 toneladas para seguir el estudio de la especie

Las almadrabas son la mejor herramienta conocida en el mundo para controlar la población de atún en el Atlántico. Sin embargo, los recortes acabaron con el Observatorio Científico hace ya tres años. Ahora podría recuperarse si en la reunión del ICCAT se conceden 400 toneladas para las almadrabas gaditanas dedicadas a este fin y que daría trabajo durante algunos meses más a los pescadores y ayudarían a paliar las pérdidas de las empresas. Pedro Muñoz reconocía ayer que el control que llevan las almadrabas "es bestial, pero se suprimió hace unos años porque ni nos daban cuota extra para llevarlo a cabo ni medios para mantenerlo. Con este observatorio podemos aportar datos muy importantes para que todo el mundo tenga claro que hay muchísimo atún".

La Plataforma para Salvar las Almadrabas siempre ha pedido tanto un aumento de la cuota como la consolidación de las almadrabas como Observatorio Científico.

Pero los empresarios del atún rojo de Cádiz no sólo se enfrentarán en 2016 a una corta subida de la cuota que apenas les dejará con 900 toneladas a repartir entre las cuatro, sino que tendrán más dificultades para comprar cuota a otras pesquerías del país. El problema es que el que fuera secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, se sacó de la manga una norma que prohibe a las cofradías vender su cuota de atún por tres años consecutivos bajo pena de retirársela al año siguiente. Esto quiere decir que por ejemplo la flota del País Vasco, que el pasado año vendió por 5 millones de euros los derechos de pesca de sus 400 toneladas a la almadraba de Barbate, no podrá hacerlo en 2016. En 2014 el País Vasco vendió su cuota a la OPP-51. Es decir, que los almadraberos gaditanos siempre han mirado al Cantábrico para poder elevar sus capturas. Tanto es así que el pasado año la almadraba de Barbate llegó a poder pescar unas 1.000 toneladas de atún. Muchos de los ejemplares fueron enjaulados en las piscinas de engorde hasta el mes de septiembre, cuando con un peso mucho mayor fueron sacrificados para ser exportados en su mayoría al mercado asiático. Pedro Muñoz advierte que esta medida "no favorece a nadie, ni a nosotros ni a los vascos, que el año pasado ganaron 5 millones sin tener que salir a faenar, ni a la especie, porque los atunes que ellos pescan pesan 40 kilos y para alcanzar sus 400 toneladas tienen que capturar muchos más ejemplares. Yo no sé lo que voy a hacer, pero quieto no me voy a quedar desde luego. Yo no soy de los que se rinden", advirtió el gerente de Petaca Chico.

Esa norma podría intentar modificarse para que al menos las pesquerías puedan vender hasta un 50% de su cuota. Lo que quieren los almadraberos es una regulación a largo plazo que no les someta a esta inseguridad.

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